El olimpo.
Un lugar que a simple vista podrá verse maravilloso. Sus hermosas torres blancas adornadas con los enormes ventanales de cristal, los arcos en las entradas a palacio siendo talladas con figuras que representan a los dioses, además de los jardines con el doble de tamaño de un estadio de futbol americano. Por los cielos apreciabas como esas bestias míticas pasaban en todo su esplendor, algunos de los dioses ejerciendo sus trabajos.
El lugar que todo fan de Good of War quisiera visitar para iniciar su guerra. Como esperan que yo haga.
Mi estadía en este lugar ha sido del todo tensa. Paso las mañanas en la ciudadela en un salón de juicio que normalmente casi no se utiliza, pero ha sido reservado para llevar mi caso y ser enjuiciada por los dioses que no me quieren viva. La tarde es libre para pasear por donde lo desee. Después de todo no sé cómo escapar de este lugar.
—¡Señorita Moon! —El grito proviene del otro lado de la puerta. Mi alcoba es de realeza, también llamada: Cámara, así que nadie puede entrar a menos que el guardia lo autorice, ese que me vigila todo el tiempo— ¡Señorita Moon!
Irritada de los gritos bufe. —¡Dejala pasar!
Abriendo la puerta de manera finamente pulida y adornada en oro, entro una hermosa ninfa de cabellera achocolatada brillante, ojos grises cual nube de tormenta y un cuerpo bendecido por los dioses -no literalmente-, podría ser mi hermana menor si la vez detalladamente, se ve menor a mí. Pero esa pequeña ninfa tiene casi un mileno de edad. Es mayor a mí.
—¡Gracias señorita!
—No agradezcas. Hubieras gritado todo el día.
Soltó una risa. —Usted como siempre tan generosa.
A veces creo que les lavaron el cerebro a todos los habitantes de este lugar. No importa cuán mal trate a la ninfa, ella cree que todo lo que hago lo hago por su bien o porque ella misma hizo mal. Por más mínima o estúpida que sea la situación ella siempre creerá lo anterior. Como lo que acabo de decir.
—Cállate —Solté con fastidio—. Tu voz me irrita.
—Como ordene ama.
Incluso se inclinó ante mí, que seguía tirada como toda una perezosa. Esa actitud me hizo sentarme de golpe en la cama con seriedad, la ninfa -de nombre Ocírroe- salto en su lugar y me observo con esos ojos grises, paciente a alguna orden mía, incluso se veía inocente.
—¿Qué hemos hablado Ocírroe? —Exprese mi disgusto en la mirada.
—¿De qué me haba señorita? —Parecía tonta, me da rabia su actitud sumisa—. Usted siempre me habla de lo enojada que esta de estar aquí, además de sus quejidos por no querer levantarse temprano para ir a la ciudadela o cuando hace su berrinche por la comida que siempre son verduras. También sus piropos a los soldados, dice usted que están como los dioses quieren. Y cuando hablo del cuerpo del dios...
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SEMIDIOSA HIJA DE DIOSES ©️ (#2SDHLL)
De TodoSEGUNDO LIBRO DE LA TRIGOLOGIA "SEMIDIOSA" PRIMER LIBRO: "SEMIDIOSA HIJA DE LA LUNA" Isabella es recibida en el Olimpo como una criminal. Sera juzgada por una profecía de la cual ella jamás se imagino ser participe, las acusaciones son seberas, las...