Lluvia, así es como puedo describir aquel día, las cosas iban relativamente bien, el trabajo de niñero estaba por acabar, en un par de semanas debía ir a la universidad, y por mas que no quisiera , debo mudarme de la ciudad.
Preservativos en mi bolsillo, acompañado de algunos chicles, los cuales fui consumiendo antes de llegar a la casa de quien hace mucho tiempo comenzo siendo mi responsabilidad, y que, por azares del destino, termino siendo uno de esos lindos pecados que uno recuerda con deseo.
Toqué a la puerta, solo un par de segundos tuve que esperar para que aquella chica, con su sonrisa inocente de todas las semanas me recibiera.
—Buenas tardes, niñero— Dice mirandome de arriba a abajo mientras muerde su labio inferior discretamente, haciendo señas para que entre a la casa.
—¿Y tus padres?, niña— digo ya dentro de la casa al ver que no hay nadie mas que nosotros, tomando su barbilla suavemente mientras nuestras miradas se cruzan, con cierto fuego entre ambos, ella me pone contra la pared —Han salido un poco antes, podre disfrutarte mas hoy, ademas, ya queda poco para dejar de vernos, y mi coño va a extrañarte demasiado— Menciona despacio en mi oído con un tono muy provocativo, lo que ne trae recuerdos de ese primer encuentro, y los muchos mas que tuvimos.
Ella baja lentamente y saco de mi bolsillo un preservativo —Mhhh, alguien vino preparado eh— Suelta una suave risita y baja mi pantalon, luego el boxer.
Comienza a chuparme el miembro muy rápido, logrando que en pocos segundos lograra tocar su garganta, le agarro el cabello, empujo su cabeza contra mi miembro manteniendola asi por unos segundos.
La separo con fuerza de mi pene y le agarro el cuello, dirigiendola hacia el sofa.
—¿Vas a cogerme sin piedad, niñero?— Dice en un tono muy seductor bajando sus bragas y abriendo su vagina para mi, mientras se toca realmente rapido, soltando candentes gemidos mientras me mira.
Me pongo encima de ella, y mi miembro la penetra con rigidez, haciendo que entre hasta el fondo en la primera estocada, ella gime muy cerca de mi oido, mientras sus dedos arañan mi espalda con intensidad, me muevo contra ella con demasiada intensidad.
Arquea su espalda por el placer, su interior puedo sentirlo demasiado humedo —¿Te tocas pensando en tu niñero? — Digo en un tono dominante mientras agarro su cuello, jadea con fuerza y se estremece —Muchisimo, todos los dias— Responde entre gemidos y estocadas.
Ella se presiona contra mi, mientras se mueve incontrolablemente, muerde mi hombro y logro sentir como se corre encima mio.
Esto no me detiene, y sigo bombeando contra ella, que no para de gritar mi nombre, llega un punto en el que siento que ya no puedo mas y me corro, tras terminar solo veo como ella babea y sus pezones se marcan mucho por su camiseta, la cual quito casi al instante.
Mi boca se dirige a sus pezones, y mis dedos a su recien follada intimidad, la cual masajeo lentamente, su pelvis se mueve al compas de mi mano, sus jadeos no demoran en salir.
—Vas a hacer que me corra de nuevo— Dice ella luego de morderse el labio para tapar algunos de sus gemidos, mi masaje hace suaves presiones en su clitoris, mientras muerdo sus pezones, arquea su espalda, damdo suaves tiritones y sus liquidos fluyen por segunda vez, manchando un poco de los sillones.
Fue un bonito recuerdo que me dejo en la memoria antes de mudarme por la universidad.
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RELATOS DE MEDIANOCHE
Teen FictionSolo la noche sabe lo que hemos hecho, este libro contiene relatos de lujuria, pasion, erotismo y pecado llevados a otro nivel, aventurate entre mis letras, mundos realistas, fetiches y todo lo que puedas imaginar, solo aquí