Tu eres mi canción

8. Los juegos del hambre II

II parte
Olivia Rotshild

-Ethan, esto no es gracioso- hablé con firmeza, pero al parecer él había desaparecido entre la oscuridad, la casa era muy grande y tenía muchas puertas.

Demonios.

Aclare mi mente por unos segundos, mis ojos se acoplaron a la oscuridad y empecé a regresar conforme había avanzado, lentamente pero lo hice.El silencio era escalofriante, ni un ruido salía del lugar.

Olivia llega a esa puerta rápido, me reprendí.

Y así fue, llegue a la puerta principal y trate de abrirla, pero que creen, la puerta tenia llave.

-¡¡Ethan, abre ahora mismo la puerta o grito!!- estaba furiosa y asustada al mismo tiempo, digamos que la oscuridad y yo no nos llevábamos muy bien del todo.

-ETHAN!!

-Estoy por la alberca, si me encuentras te doy las llaves-responde el idiota con tono sarcastico, se oía cerca así que no debía estar muy lejos.

-¡Donde carajos esta la alberca!

Camíno en medio de la oscuridad y trato de descubrir de qué espacio de la casa provenía su voz.

-Averígualo - el eco de su voz retumba en toda la casa y se desvanece.

¡¡AHH!! Grito en mi mente.

Camino un poco más rápido y atravieso de golpe el corredor apretando los puños, abro algunas puertas y siento miedo al no poder tocar nada a mi alrededor, es como estar en una galaxia, hasta que logro llegar al final de... no sé qué espacio de la casa es en realidad pero me topo con una puerta de vidrio, detrás de ella pude ver a Ethan parado al otro extremo de la alberca, agitando las llaves con una pisca de sarcasmo en su sonrisa.

Típico de él.

-Vaya, eres valiente- su tono burlón me irrita tanto, pero es gracioso después de todo.

Hace tiempo no sentía esa adrenalina en mis venas, pero intento verme molesta para él.

-Listo, te encontré, ahora las llaves.

-Me encontraste, pero eso no significa que deba de darte las llaves- dice de forma juguetona.

-No estoy jugando- háblo seria.

-Vamos Olivia, no estas hablando en serio - él sonríe e inclina su rostro.

Finalmente sonrío al ver su rostro iluminado, después de todo no era tan idiota como pensaba, o eso creo.

- Okey...- respíro lentamente - no quería llegar a esto, te las quitare a la fuerza-pronuncio firme y retadora.

El me desafía con la mirada y empieza a jugar con las llaves, empiezo a rodear la alberca sigilosamente y corro con todas mis fuerzas para atraparlo, pero él corre, obviamente él es más ágil y tiene las piernas largas, lo que le da más ventaja de huir.

Pero hoy es tu día de suerte Olivia.

Empiezo a estudiar el ambiente, mientras él piensa que ya ha ganado, yo diviso su celular en una silla muy cerca de donde yo estaba, esto hace que la jugada cambie.

Camíno rápidamente y tomo su teléfono entre mis manos-¿Ahora me darás las llaves?-balanceando su teléfono muy cerca del agua lo chantajeo.

-Olivia, con eso no- empieza a moverse con dirección a mí.

Pongo el teléfono más cerca del agua.

-No te acerques más, tira las llaves a mí y te devolveré tú celular.