34. El baile de graduación.

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"Espero le den mucho amor a este capítulo. Hay muchxs que se olvidan de VOTAR y COMENTAR :( espero puedan apoyarme ya que eso me anima demasidado. Los tkm y disfruten de ests hermosa velada"

Capítulo 34
Olivia Rotshild

Nuestros labios se separaron sutilmente mientras las luces del lugar volvían a iluminar nuestros rostros. Ethan, soltó una sonrisita juguetona y acaricio mi mentón con afecto. El auditorio estudiantil permaneció en silencio por unos segundos, la mirada intrigante de todos hacia nosotros era realmente intimidante, tengo que aceptarlo; pero finalmente, el estruendoso sonido de sus palmas al chocar, hicieron que sintiese mi alma volver a mí.

Tome el valor necesario, para mirar por el rabillo del ojo a mi madre, quien se encontraba con cara de: ¿Se acaban de besar? Lo sé, quizás, debí contarle sobre el ojiverde, pero… ¿Qué mejor manera de hacerlo, que frente a todos? ¿verdad?

Ella me miró por un corto lapso de tiempo y asintió a la brevedad, le dediqué una sonrisa tímida y procedí a tomar la mano de Ethan para salir del escenario de una buena vez.

—¡Lo hiciste genial! — murmuro él, mientras nos acercábamos a los bastidores.

Me empiné y le di un beso en la mejilla — Lo hicimos, genial.

Él sacudió la cabeza fingiendo egocentrismo y entrelazo sus dedos con los míos, teniendo así, un mejor agarre de mi mano.

La maestra no tardo en acercarse a nosotros y, con un pañuelo en la mano, nos estrujo en un abrazo a los dos.

—¡Oh, Dios! Lo que acaban de hacer fue maravilloso… — aclamó, sorbiendo la nariz —… Olivia, tienes un talento innato, y es cierto que te falta practicar y arreglar muchas cosas, pero ten por seguro que no todos nacen con la capacidad que tu tienes; y Ethan…— fijo sus ojos en él — …Estoy segura de que tienes un increíble futuro por delante, manejas el piano de una manera muy profesional…— ella pausó unos segundos — Sigue buscando en ti, esa pasión. Gracias chicos, gracias por permitirme ser su maestra en este corto tiempo.

Las palabras de la maestra me hicieron reflexionar un poco, sobre mi y sobre todo lo que concluiría esta noche, sin duda este era mi camino, pero algo que no me quedo en claro y me pareció un poco egoísta de mi parte fue… ¿Y cuál sería el camino de Ethan?

—Gracias maestra y felices fiestas — dijo el castaño, aún tomado de mi mano.
Me despedí de igual forma y procedí a continuarle el paso a Ethan de manera apresurada. Él iba a zancadas mucho más grandes que las mías, por lo que, frené un poco para poder respirar.

—¿A dónde vamos con tanta prisa? — cuestioné, cesante.

Ethan, comprimió una sonrisa y contestó — Es sorpresa.

—¿Pero… mamá? No podemos dejarla sola y desaparecer sin más.

—¿Y crees que ella no lo sabe? — replico con esa sonrisa maliciosa y a la vez juguetona.

—Espera…— cerré los ojos e hice un además con la mano — ¿Me estas diciendo que mamá sabe de lo nuestro?

Él relamió sus labios y empezó a jugar con sus manos — Lo del beso frente a todos, no estaba en el itinerario, pero…se podría decir que sí.

Reí incrédula tapándome el rostro con las manos por lo roja que estaba y, concluí — Me impresionas, Ethan Babcock.

Él me guiño el ojo — Créeme que lo sé. 

Después de ello, salimos por la entrada principal y corrimos hasta su coche, muriéndonos de la risa, ya que caminar con tacos no era lo mío, y al parecer, eso nos causaba gracia a los dos. El me abrió la puerta del copiloto; yo entré batallando por el vestido, pero finalmente lo hice, y el de igual manera por su lado.

Tu eres mi canciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora