Monster

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"¿Alex? ¡Alex! ¿¡A dónde vas!?" Alex podía escuchar a Luka mientras le llamaba intentando saber qué estaba pasando. Aún así, no detuvo el paso, bajando rápidamente las escaleras que daban a la entrada principal, teniendo en mente que tenía que irse cuanto antes. Sus perseguidores estaban cerca, pero aún no estaban allí, así que quizás podría alejarlos de Alison y de Luka.

Mientras se acercaba a la puerta había ido cambiando su vestimenta, poniéndose unos playeros y una camisa blancas y unos vaqueros y una chaqueta negras.

Salió por las puertas, sin importarle en absoluto si se cerraban o no tras de él, y se adaptó rápidamente al cambio de luz. 'Llamó' a su moto (en realidad, al poder controlar las máquinas lo único que hice fue arrancarla y hacer un portal para que viniera a donde yo estaba), que llegó a los pocos segundos rodando por la calzada. Sin embargo, justo antes de que pudiera subirse, alguien le agarró de la muñeca y le giró (creo que ya había dicho que tiene más fuerza de lo que parece, pero por si acaso lo repito... Maldita sangre angelical), encontrándose cara a cara con un muy enfadado y confuso Luka.

"¿A dónde te crees que vas?" Alex se encogió de hombros con indiferencia, no dejando ver el escalofrío que le recorrió por el contacto repentino. "No tengo ni idea. Y, aunque lo supiera, no te lo diría. Ahora suéltame, tengo que irme."

Su tono de voz había cambiado, ya no había ni rastro de la amabilidad o del humor anterior. Ahora era completamente neutral, como si hubiera suprimido todas sus emociones. Aún así, Luka no iba a rendirse. Al menos no con esto.

"No voy a soltarte para que tú vayas a hacer alguna de tus estupideces. Así que, a menos que me digas qué está pasando exactamente y qué vas a hacer al respecto te mantendré aquí a la fuerza."

Alex rodó los ojos con cansancio, notando como Luka apretó levemente su muñeca como para marcar su punto. "Sara me ha encontrado y hará cualquier cosa para matarme, así que me iré y así cualquier cosa que haya mandado a por mí me seguirá y vosotros podréis seguir con vuestra vida sin problemas. Y por eso mismo no puedes venir."

Luka se dio cuenta levemente de que Alex había dejado de tratar a Sara como 'su madre'. No sabía cuál había sido el detonante, pero se alegraba del cambio, al fin y al cabo, lo único que había hecho Sara era tratarlo como un arma, como un soldado, no como a un hijo. Pero Luka no se centró en eso, se centró en la discusión que estaba por venir.

"¿Vas a huir? No creía que fueras ese tipo de persona. ¿Y qué vas a hacer, seguir huyendo durante toda la vida, rezando porque no te encuentren nunca? ¿Viviendo solo y sin poder quedarte mucho tiempo en un mismo lugar por miedo a que te encuentren?" Luka vio como Alex apretaba la mandíbula por el enfado, pero esperó por una respuesta.

"No estoy huyendo, os estoy protegiendo. Y tampoco pienso huir durante toda mi vida, voy a enfrentarme a ellos cuando me alcancen, sea cual sea el resultado." Luka casi puso los ojos en blanco ante la estupidez de su idea.

"¿No te das cuenta de lo estúpido que suena eso? Necesitarás ayuda, y Alison y yo podemos hacerlo. No vas a irte, no puedes disuadirme de dejarte." Alex sonrió, y Luka creyó ver algo de crueldad en esa sonrisa. "Y tú no conseguirás seguirme el ritmo."

Luka se sorprendió tanto que soltó el agarre que tenía sobre Alex, aunque este no se movió. Si bien era cierto que no sabía si podría seguirle el ritmo, no esperaba que Alex lo dijera tan directamente. Así que tenía que buscar otra forma de convencerle.

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