Oxygen

The Days

"Alex, vamos, tienes que hacerlo." "Pero es que no quiero..." Alex se quejó como un niño, incluso haciendo un puchero, mientras Luka le arrastraba por los pasillos de la fortaleza de Numee. Porque, al parecer, dos semanas no eran tiempo suficiente como para que Alex fuera capaz de guiarse por sí mismo.

"Alex, tienes que ir." Como si lo hubiera tomado por un desafío, y aún manteniendo su actitud infantil, Alex se quedó quieto mientras Luka seguía intentando moverle tirando de su mano.

"Alex..." El tono de Luka fue de advertencia, y Alex le contestó, a modo de burla, copiando su voz y tono y sonriendo ampliamente. "Luka..." Ambos se miraron a los ojos, manteniendo sus actitudes sin ceder ni un paso, como si esto fuera una batalla de espíritus más que de miradas.

"Alex, llevas aquí dos semanas. Ya es hora de que vuelvas a Yoent, ¿no crees?" La sonrisa de Alex volvió a convertirse rápidamente en un puchero. "¡Pero no quiero!" Luka estaba empezando a frustrarse, pero aún así procuró no alzar demasiado la voz. "¡Pero ellos necesitan un rey, y tú eres quien mató a Sara!"

Alex también parecía frustrado porque Luka no le estaba entendiendo. "¡Pero yo no quiero serlo! ¡No sé qué tengo que hacer! ¡Sara nunca me enseñó a ser un buen rey, no como tú con Styem! ¡A mí solo me enseñaron a matar, a ser un soldado!"

Luka bufó cansado y dejó de tirar de Alex, probando una táctica diferente. Sin soltarle se acercó para colocar su mano libre en la unión del cuello y el hombro, acariciando suavemente con el pulgar su mandíbula. Alex pareció derretirse ante el toque, dejando escapar un pequeño tarareo de gusto, y Luka aprovechó ese pequeño momento de 'debilidad' para seguir intentando convencerle. "Sabías en lo que te estabas metiendo al matar a Sara. Tu pueblo necesita un líder, y ese eres tú, aunque tú no veas como yo que eres el indicado. Pero, si te sirve de algo, estaré contigo en todo momento y te ayudaré en todo lo que pueda, ¿vale?"

Alex sonrió suavemente, estando completamente relajado y a gusto. Le dio un apretón agradecido a la mano que Luka le seguía dando, como si no estuviera seguro del todo de que Luka lo sintiera a través de su vínculo recién formado. "Gracias, mi príncipe. Y, solo para que conste, no sabía en lo que me estaba metiendo antes de matar a Sara. Solo vi que estabas en peligro y quise salvarte, no pensé en las consecuencias de lo que iba a hacer... pero no me arrepiento de nada."

Luka se rio levemente, dejando que un rubor adornara sus mejillas. "No me sorprende en absoluto que digas que no piensas..." Alex le sacó la lengua infantilmente, con un rubor menos evidente que el de Luka (probablemente porque su piel es mucho más clara) después de haberse dado cuenta de lo que acababa de decir. En estas semanas había estado reaprendiendo cómo expresar lo que sentía... había sido mucho más fácil de lo que creía con Luka a su lado, era como si lo hiciera de forma natural.

Y, esta vez, cuando Luka tiró de él, Alex empezó a andar a su lado, entrelazando sus dedos y estando ligeramente más de acuerdo en convertirse en rey.

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Alex desmontó poco antes de llegar a la ciudad, y Luka le siguió, viendo claramente la línea tensa de sus hombros solo por la vista de la ciudad que le había visto crecer, Yoent. Después de ver que los caballos se iban solos, volviendo a Numee tal y como les habían entrenado, se acercó a Alex para darle la mano, teniendo cuidado de que supiera que era él y que no le haría daño por el contacto antes de darle un apretón tranquilizador.

Alex le miró y le sonrió levemente (▪️suele hacer esas sonrisas, solo sube un poco un lado de la boca, pero sé que son más reales que muchas en las que es una sonrisa completa▪️) en agradecimiento antes de empezar su camino hacia las puertas de su reino. Los soldados apostados allí, que hasta este momento habían estado charlando animadamente, miraron hacia ellos con disgusto (▪️he de decir que también podía sentir su miedo, amargo, en el aire, pero no creía que Alex quisiera escuchar algo así en ese momento▪️), pero abrieron las puertas para ellos. Al fin y al cabo, aunque ellos no lo quisieran, Alex era el futuro rey y debían hacerle caso.