Stockholm Syndrome- Larry Stylinson

Capítulo VI.

+18 (contenido sexual).

By louis:

Aquél lugar me puso los pelos de puntas, me estaba imaginando lo que me sudecería, había una cama grande con sabanas rojas, velas prendidas por todos lados, pétalos de rosas, ¿acaso esto era una broma?. El hombre de cabello negro ya no se encontraba en esa habitación y no recuerdo cuando se fue de allí, mi cuerpo se tenso y comencé a temblar. Pude sentir una respiración detrás de mí, antes que pudiera darme vuelta, noté como unas grandes manos colocaban un pañuelo rojo en mis ojos, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo al sentir la fría tela en mis orbes azules, pero no dije nada. Sentí una voz ronca susurrar en mi oído "Tranquilo, todo estara bien"; nuestras manos se encontraban juntas y nuestros dedos entrelazados, yo seguía sin decir nada, podría sacarme aquella fina tela de mis ojos y escapar a algún lado por la puerta que entré, podía gritar y llorar, pero sin embargo me encontraba acostado en aquella cama que en algún momento vi.

Pronto sentí el cuerpo de Harry arriba del mio, el tenía sus rodillas a los costados de mis caderas para que no sintiera su peso, comenzó a desabrochar los botones de mi saco muy lentamente, hizo lo mismo con los botones de mi camisa y mi pantalón, sentí sus enormes manos recorrer suavemente y sin ningúna prisa mi pecho, su respiración chocaba con mi boca, se acerco a mis labios y los conectó inmediatamente, yo solo seguí el beso; su mano bajo en un suave y lento movimiento a mi pene, lo acarició por encima de la tela y un pequeño y discreto gemido se escapó de mis labios, el beso tomaba una postura de pasión, nuestras bocas pedían más, su lengua no tardo en entrar en mi boca y la mía en la suya, haciendo una guerra de lenguas, pero sin perder la pasión. La sesión de besos había terminado, ahora el menor se encontraba dejando grandes marcas en mi cuello haciéndome enloquecer; aunque no podía ver nada si podía imaginarme el cuerpo desnudo de harry arriba mio, me volvía loco. Paso la lengua sobre la tela de mi boxer azul mojándola por completo, mi pene comenzaba a crecer.

— Harry, por favor — gemí, tirando la cabeza hacia atrás y entrelazando mis dedos en los finos rulos del ojiverde. Iba tan lento, eso me exitaba más; el me estaba haciendo el amor, y no es por exagerar, el no iba a lastimarme, el no quería sexo, el me ¿quería?.

Gracias a todos los santos Harry me quitó la última prenda liberando mi gran erección, tomó mi pene en sus grandes manos y comenzó a masturbarlo lentamente haciéndome soltar pequeños gemidos. Colocó sus labios color sandía en mi miembro y comenzó a chuparlo sin piedad, mientras yo me estaba volviendo loco. En un pequeño moviento quedé apoyando la cabeza en la almohada y exponiendo mi trasero hacia su miembro. 

— Tranquilo lou, estoy limpio. — dijo con una voz ronca más de lo normal, tragué saliva y asentí. Luego de unos segundos sentí 2 dedos mojados introducirse en mi, al principió me dolía y gemí por el dolor, pero luego ya era placer, y cada vez necesitaba más; ya una vez lubricado, tomó su pene y lo introdujo en mi. Sus embestidas iban suaves y lentas, de todas formas me dolía, cuando mis paredes estaban lo suficientemente abiertas y relajadas, harry comenzó a aumentar sus embestidas sin piedad alguna, el dolor había desaparecido, ahora mis gemidos eran de puro placer, cada embestida tocaba ese punto, ese que me hacía ver las estrellas, el ojiverde tomó mi miembro y comenzó a masturbarlo al ritmo de las embestidas, el placer cada vez era más grande.

Luego de unos segundos llegué al orgasmo, manchando todo mi pecho con ese liquido blanco, harry seguía con sus embestidas hasta que el también se corrió, se corrió dentró; con cuidado salió dentró de mi y me quitó el pañuelo que cubría mis ojos. Me encontré con la persona más linda de este mundo, su cabello estaba alborotado, sus labios estaban hinchados al igual que los mios, sus orbes verdes ahora se posaban en mi, tenía una sornisa en la comisura de sus hermosos labios, pero esta sonrisa no era la que me asustaba, no era aquélla sonrisa enferma, esta estaba llena de amor al igual que su mirada, cualquiera podía notarlo.

Harry se acostó al lado izquierdo de la cama y palmeó su lado indicandomé que imitara su gesto, y lo hice. Nos encontrábamos acostados, juntos, mi cabeza estaba apoyada en su pecho, el tenía sus ojos cerrados, ningúno decía algo, cerre mis ojos y me dormí profundámente, hace días que no descansaba de esa forma, hace días que no sentía tanta paz.

Desperté, mi trasero dolía, cuando recordé todo lo que había pasado anoche me alteré, ¿y ahora? ¿que iba a pasar conmigo?; pude notar como Harry dormía plácidamente, me levanté de la cama lo mas cuidadoso posible, no quería despertarló, realmente no. Tomé mi boxer, la camisa y los pantalones que llevaba la noche anterior y me los coloqué lo más rápido posible y sin hacer ningún ruído; miré a mi alrededor para poder hallar algúna salida pero nada, era una simple habitación.

Decepcionado suspiré, me acerqué a la puerta por la cuál había ingresado la noche anterior con el hombre de cabello oscuro y la abrí, intenté no hacer ruido pero para mi suerte la puerta chilló, miré a Harry, el solo se movio un poco pero seguía durmiendo. Terminé de abrirla y una vez afuera con mucho cuidado la cerré, comencé a correr por el pasillo largo y oscuro, corrí bastante, ¿tan grande era aquel lugar?, me topé con una puerta, debajo de está se asomaban rayos de luz, me imaginé que era la puerta de salida; espié por la perilla y pude ver: calles, autos, gente, pude ver: mi escapatoría.

— ¿Y a dondé creías que ibas? — esa voz.

HARRY, ERA HARRY.