ROSES, albus severus potter

⠀⠀⠀⠀⠀002⠀ ▌healthy decisions and compromised identities

III. decisiones sanas e identidades en peligro

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La discusión con su hermano no pasó a mayores, Scorpius le habló como si nada en la cena y nadie parecía recordar que habían peleado. ¿Así de simple borraban las cosas? ¿Ignorándolas? Eran un chiste. No podían escapar de sus acciones, era una pena, pero el karma era real y Kaila no quería admitir que este les cobraría de la peor manera posible.

── Lo estuve pensando bastante ── comenzó Timothée, siempre creyó que él era más sensato, pero lo que dijo hizo que aquella idea se esfumara ──, y probablemente había niñas a las que les gustaba Jesús. ¡Por Salazar! Imagínense estar enamorados de Dios.

── Bueno, básicamente eso es lo que dicen las señoras religiosas, que están enamoradas de él.

── Qué va, las señoras esas están enamoradas del novio de Miguel Ángel, todo el mundo sabe que el supuesto retrato de Jesús en realidad era él ── Kaila no solía meterse en temas como la religión, las personas eran libres de creer o no en lo que quisieran, no estaba mal siempre y cuando no obliguen a otros a seguirles si no quieren.

No puedes forzar a las personas a que crean en lo mismo que tú.

── ¿Hoy hay partido? ── preguntó Yorhan mientras agarraba una tostada.

── Sí, Gryffindor contra Ravenclaw. No sé cómo pretenden hacer un partido con la nieve que está cayendo, pero bueno.

Estaban cerca de Navidad, Kaila planeaba quedarse en Hogwarts con su hermano y sus amigos, pero sabía que Deter volvería a casa a pasar las fiestas con sus padres como todos los años. No iba a quedarse también en una festividad para solo ser amedrentada por unos chicos en busca de aprobación.

── Bien, voy a decir esto rápido y Scorps, por favor no me odies por esto ── saltó Albus, casi de la nada. Su lado de la mesa de Slytherin quedó en completo silencio, algo exagerado porque el bullicio de alrededor seguía allí ──. Le dije la verdad a Deter.

── ¡¿Qué mierda Al?! ── chilló Scorpius ──. No puedo creer que me hayas traicionado.

── ¡Eso no es traicionar! Se iba a enterar de una u otra forma. Kaila sabe por qué eres así con ella, hasta tu propia hermana podría decirle y me gritas a mí por ser honesto. Perdóname por no querer seguir siendo parte del acoso masivo hacia una chica que no me hizo nada.

Scorpius solamente podía mirar hacia la mesa perdido en sus pensamientos. Solo él sabía lo que ocurría en su cabeza, Kaila realmente quería ayudarlo a él y a Deter, pero temía que su hermano la odiase después. ¿Debía contarle todo a su padre?

── Bien, desde hoy nadie va a molestar más a Zabini. Se acabó, creo que es hora de terminar con el martirio de al menos, una persona. Nos vemos luego ── Timothée entreabrió sus labios y su mirada demostraba sorpresa.

Kaila no lo había logrado realmente, pero se sentía feliz de que su hermano de una manera tan sorpresiva y extraña haya tomado esa decisión. Lo beneficiaba a él y a los demás en partes casi iguales, por un lado, ya nadie lo odiaría por ser un abusivo y el resto estaría libre de sus crueles humillaciones disfrazadas de humor. Algo bueno había traído ese frío diciembre y Kaila esperaba que se mantuviera así.

── Eso fue muy... repentino ── murmuró Tim ──. No confío lo suficiente en sus palabras, creo que está planeando dar un golpe más fuerte y espero que no sea contra Deter porque ella realmente no merece nada de esto.

── Ojalá y sus palabras sean reales.

── Lo mismo digo ── habló Yorhan y añadió ──, o de lo contrario, Dorotea va a patearlo y todo el mundo sabe que ella es bastante pacifica.

Kaila tenía el presentimiento de que sí, las palabras de Scorpius eran más reales que ella misma, sí, claro que le iría a costar mucho soltar a Deter, pero cuando una idea o decisión se le metía en la cabeza a su hermano, era imposible de sacarsela a menos que algo le hiciera cambiar realmente de opinión.

Deseaba que nada hiciera que su pensar cambiara esta vez.

── Oigan, ¿saben si alguien está dejando flores en mi habitación o en mis cosas? ── ninguno de los chicos emitió alguna palabra ──. Es un poco molesto, no sé si lo saben, pero odio las flores.

── ¿En serio? ¿Por qué?

── ¿Y te atreves a preguntar, Potter? Sabes que la última vez que vi flores en mi casa fue cuando murió mi madre, maldito insensible.

Timothée y Yorhan se miraron.

── Ya, lo siento, pero no recuerdo que me hayas dicho que las odias, menos por esa razón. El idiota que está dejándote flores es un imbécil.

── Sí, pero tú le ganas. Adiós, nos vemos en el campo de Quidditch.

Y se marchó dejándolos atrás.

── Amigo, tú eres quién le deja flores.

── Sí, me acabo de dar cuenta de que me he llamado imbécil... bueno, mientras no sepa que soy yo, estoy a salvo.

── No, estás en peligro de que revelen tu identidad. Lily y Rose son buenas averiguando cosas, así que cuídate la espalda porque no me fío de ninguna de las dos ── murmuró Yorhan.

Qué difícil era el amor.