capítulo I "encore et toujours"

8 2 0
                                    

era una mañana soleada harry llevaba en un mano su libro del momento no sabría decirte el título, ese muchacho leeía igual de rápido que lo rápido que una gacela corría sin embargo no caminaba a la misma velocidad

¡estaría llegando tarde si seguía perdiéndose en sus pensamientos tan seguido! como era de costumbre tocaba la primera clase de toda la semana, en definitiva harry no disfrutaba de la aguda voz de la señorita Fournier que aunque siempre había ido en la mejores escuelas nunca había detestado tanto la geografía en fin el ojiverde durmiendo con los ojos abiertos por fin escucho el aclamado timbre del receso no sabía cómo había transcurrido tan rápido sin embargo no iba a ponerse a averiguarlo

ya en el área común se encontró con camille rowe una agraciada niña de ojos azules , cabellos rubios como el sol y una voz tierna y angelical no por nada era la solista del coro hija de los más grandes empresarios de la provincia en la que aquellos chicos vivían, el maravilloso y al devir maravilloso me refiero a ordinario barfleur, normadía.

ahí a lo lejos mientras la voz de las anécdotas planas de camille el solo veía fijamente a louis un amigo lejano el cual parecía que tuviera un hechizo el adolescente de rizon se encontraba asombrado por lo mucho que había cambiado e internamente por lo mucho que despertaba en el ¡estaba realmente hipnotizado!

los escasos 40 minutos del receso habían llegado a su fin y no era por nada pero harry no podría soportar ni un minuto más hablar a camille sobre lo superficial y vacía que era su vida

pasaron las clases restantes y harry de un momento a otro se encontraba en su cama viendo al techo adornado con pequeñas fibras de oro mientras pensaba en louis sin embargo los pensamientos se interrumpieron cuando su mamá anne entró al cuarto con una taza de té de menta, su favorito el vapor y el buen sabor de esta bebida eliminaron sus pensamientos tan revueltos como sus hermosos rizos

del otro lado louis se encontraba leyendo sin mucho apetito pero lo hacía en un mundo donde parecía todo pero no tenía nada louis se encontraba mal, se encontraba siempre al borde de las lágrimas tenía poco apetito y no podía dormir por las noches sin embargo lo único que lo mantenía cuerdo era la necesidad insasiable de poder crear un vínculo con alguien pero existían muchas cosas atrás de eso ya que el joven nunca pudo relacionarse con ninguna mujer y vaya que tenía mujeres atrás de él, un chico de estatura media unos ojos grandes, azules y profundos como el océano nunca pasaban desapercibidos, los labios más hidratados y para ser sinceros más besables que una persona podría tener ese cuerpo delgado y atlético con un cabello castaño con destellos simplemente era el chico perfecto que todas las chicas de su edad querían a su sin embargo el ojiazul muy pero muy en el fondo sabía que el no quería estar con ellas.

los pensamientos inundaban su mente ¿cómo podía ser eso? era imposible
exclamó sollozando el no era un "maricon" se repitió hasta el cansancio pero como lo sabía si nunca había interactuado con una chica, cómo lo. podría saber porque cuando se imaginaba en alguna situación erotica no podía verse más que con un chico, no podía ser posible se repitió el ingenuo

no sabía lo que le esperaba.
se fue a dormir el ojiazul entre sollozos y lamentos.

era la mañana siguiente y sinceramente lo ocurrido la noche anterior le había dado agallas para convivir con alguno de sus compañeros del prestigioso colegio "deux d'entre nous" cuando iba en camino en la fría mañana solo se podía repetir "vous pouvez" una y otra vez mientras sus ojos brillaban por las cálidas lágrimas que salían de sus azulados ojos.

tendríamos que espera si realmente el podía.

los últimos 19 años de su vida había estado intentado lo mismo y si fracasara no sería de la sorpresa de nadie

En dónde todos puedan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora