Historia #4

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El sujeto de prueba era un hombre rico, uno viejo, pero en buena forma, su inteligencia era bastante buena como para dejarlo vivir, aunque el pecado que cometió fue: ser dueño de la codicia y la avaricia, nosotros por su puesto condenamos lo malo, condenamos el pecado. Probamos en él un nuevo tipo de castigo, nos preguntamos desde la sede creativa: "¿Qué podría ser lo mejor para dejar en limbo a aquellos que no merecen el mundo?" En efecto el portal se había abierto y de ahí pactamos con las manos invisibles, era un trato de satisfacción a productividad, las manos se deleitaban mientras que nosotros le mostrábamos a los niños como no se debían comportar. Así fue como tomé la cámara y narré los hechos, tratando por supuesto de ser lo más descriptible posible.

"El sujeto dormía sedado por los diferentes tratamientos que se le tuvieron que aplicar antes de llegar a su redención. Estaba en un cuarto estrecho donde solo cabía él y una persona. Uno de los trabajadores lo despertó a bofetadas, el primer golpe sacudió todo su rostro rompiéndole la nariz, en aquel instante el hombre se despertó de un salto, aunque no podía hacer mucho pues estaba atado de manos a pies, básicamente, resistirse era inútil. El empleado previniendo la llegada de las manos, se retiró del salón, asegurando las puertas y posicionándose detrás del vidrio de protección. Las manos salieron lentamente del portal, eran siete en total sin embargo el sujeto estaba expectativo a su llegada debido a que el simple ojo del ser humano no las podía ver, solo a través de la ventana se podía permitir tal privilegio. Aunque tal vez, y sospechamos que pudo sentir la llegada de estas criaturas. Sus gritos perturbadores le daban al vídeo un toque dulzón, "esto es lo que los niños tienen que ver" pensé. El clímax se acercaba. Las manos por su parte acariciaron al huésped, el las sintió porque pataleteaba como un niño, nosotros veíamos como éstas lentamente marcaban los puntos débiles, los puntos que consideraban más suculentos. El sujeto se limitaba a gritar "NO, NO, NOOO" mientras que las manos, acto seguido, le comenzaron a propiciar golpes, los primeros fueron suaves pues observamos que el sujeto gritaba del dolor, pero segundos después callaba. Primero fueron golpes esporádicos, le daban tiempo a su víctima a descansar para la siguiente ronda. Ya habrían pasado unos cinco minutos cuando las golpizas se intensificaron. Durante este hecho una de las manos reventó los genitales del hombre. Vimos, mediante la cámara frontal como sus ojos se desorbitaban. Traté por mi parte de grabar bien esa escena ya que ahí pudimos observar el dolor más grato del hombre. Segundos a lo ocurrido, una de las manos acarició el rostro del tipo, devolviéndole la conciencia, devolviéndole el dolor en el vacío del silencio, en esas, otra de las criaturas le arrancó una pierna, y con ella le golpeó la cara, la sangre que desprendía de su cintura era poca, en principio estuvimos en lo correcto al creer que la mano que lo "cuidaba" había cauterizado un poco la herida. El hombre no gritó, no estaba muerto, ni tampoco desmayado, para cuando ésta terminó, sus ojos estaban lo más abiertos posibles, con un rostro demacrado, lleno de moretones y de sangre, dándole el chance a una de las manos para arrancarle uno de sus globos oculares, la sangre salió desparramada por la parte frontal de la sala, tapando a su vez la cámara que estaba posicionada ahí, no obstante, la mano quien lo atendía cerró la herida para que, y quizá, no muriera de inmediato. El otro ojo lo conservó para observar cómo le destruían su brazo izquierdo, se lo machacaron a golpes, uno tras otro pulverizaban el hueso. Los músculos espichados escurrían hasta caer al suelo. No podía creer lo dedicado de una de estas criaturas al mantener siempre consciente al sujeto, en realidad el tratamiento lo estaban haciendo seis manos mientras que la otra lo mantenía vivo y despierto. Siguiendo con la descripción del procedimiento, solo le quedaban al hombre un brazo derecho el cual, momentos después fue doblado hasta convertirlo en un rollo de huesos y de carne, las piernas ya se las habían arrancado de cintura para abajo, y el brazo izquierdo era solo una masa sanguínea. Poco a poco, el hombre, mis colegas y yo, observamos como unas garras se materializaban y le desgarraban los músculos del pecho, como si lo estuvieran desarmando con la única diferencia que él estaba vivo, un minuto después le quitaron el tórax teniendo cuidado en no afectar tanto las venas o los nervios. Pude observar cómo su corazón latía, como sus pulmones se llenaban de aire, pude observar cómo no moría. En cuanto al cuello, una de las manos le quitó la piel con cuidado, estaba, en su forma de ser, analizando la anatomía del sujeto. Hubo gritos en los primeros cinco minutos, los otros cinco no supimos describir su silencio, pero podríamos decir que, gracias a su mirada perdida, él infierno ya se lo habría ganado. Las manos en la segunda mitad hicieron un trabajo tan refinado que quedé excitado por los resultados que consiguieron, fue lo mejor que pude ver en ese día. Para finalizar en el minuto diez la mano que lo atendía se esfumó, y otra le aplastó el cráneo esparciendo sus sesos en todo el vidrio de protección"

El vídeo más los comentarios terminaron ahí. Cuando lo publiqué me preguntaron cómo habían capturado al hombre, era uno de los más poderosos del país. Yo eventualmente les dije: "Cuando cerró sus ojos estaba en su casa, cuando los abrió estaba con sus verdugos. No le temen a la noche, pero deberían." Luego me preguntaron cuál fue el delito de aquel hombre, yo respondí: "Aquel tipo, aunque no lo crean, fue el responsable de las masacres de hace diez años, además la avaricia y sus ganas de poder le habían hecho cometer el asesinato de su esposa y de sus hijos, lo cual, con el dinero ocultó. No somos perfectos, sin embargo, sabíamos que él no merecía vivir, nosotros odiamos el pecado, odiamos la corrupción y el silencio de las sombras y tenemos el poder para hacer esa voluntad realidad. Esta cinta, precisamente, será perfecta para que los niños aprendan que sus símbolos no son tan santos como los muestran en la tv, aquel hombre ya fue purificado."

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