inlove of Luz, part one.

♥️Luz x Skara♥️

♥️

Tú, mi hermosa melodía.

♥️

Skara:

Muchas veces dicen que no es la canción la que te hace ponerte triste, sentimental o algo por el estilo, sino qué o quién te recuerda, y bajo esta circunstancia puedo decir que a todas las parejas que tenido, les hecho y dedicado una canción.

Claro, aunque al final me rompieran el corazón y yo saliera más afectada de lo normal, pero me sentía bien conmigo misma al final por saber que le dedique algo especial a una persona especial (valga la redundancia si habíamos acabado la relación de la peor manera existente y posible), sabía que había dado lo mejor de mí, y que seguiría siéndolo por el resto de las relaciones siguientes, aunque me acostara un poco volver a confiar y reabrir mi corazón.

Pero ahora me hallaba componiendo una canción.

Podría ser la canción más sencilla que podía haber compuesto en toda mi vida, pero me agradaba el hecho de hacerla, iba dirigida a una persona especial.

A Luz Noceda.

Resulta que habíamos empezado a salir hace unos meses atrás, ella era mi novia, y era la persona más dulce y comprensiva que había conocido nunca, merecía también una canción, sin duda alguna Luz merecía una canción. 

—¡Sí! ¡SÍ! —festejé con una sonrisa. Al fin había encontrado el circulo melódico de la canción que estaba haciendo—, dentro de poco estará lista la canción de mi pequeña.

Suspiré aliviada, de verdad me atemorizaba el hecho de perder la inspiración, o lo que pensaba de la canción. Ahora podía sentirme más tranquila, ya solo era cuestión de practicarla lo necesario y cantarle a la chica que adoraba. Tomé la guitarra y comencé de nuevo a tocar los acordes, mis dedos estaban algo dañados por las cuerdas y no parecían las manos suaves que cualquier chica tendría, pero esto a Luz parecía no importarle demasiado. 

Seguí tocando, e inspiración para la letra no faltó, verso que se me ocurría, lo iba encajando con el ritmo, con la intensidad y suavidad de lo que la misma representaba. 

Al final de tanto, la canción salió terminada. Estaba contenta de ello, de mí misma y de mi creación, se la daría a Luz con todo el amor del mundo y era lo que me mantenía con felicidad. 

En eso, alguien tocó en la puerta de mi cuarto, con la forma en la que tocaba y por la tonada era mi padre, quien habíamos acordado forma para tocar la puerta y saber quién era. 

—Pasa papá —dije con una sonrisa. 

—Hola cariño, quería decirte que alguien vino a visitarte —me dijo con una sonrisa—. ¿Le digo que pase? 

Luz no me había dicho que vendría.

—E-e-está bien, dile que pase —dije algo sorprendida. 

—Bueno cariño, le diré que entre, si quieres puedes ir a saludarla. 

—Me encantaría pero esto está de cabeza y además no estoy arreglada, ¡No puede ella verme así! —dije extendiendo el borde de la camiseta.