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Ya se acercaba la hora de cerrar y un chico de cabello azul se encontraba muy nervioso y ansioso.

Kirishima: - veo que estás feliz - rio.

Tamaki: - n-no, s-solo...

Kirishima: - tranquilo, Bakugo tiene ojo para estas cosas y si él dice algo, se cumple - sonrió.

Bakugo: - ¿Como cuando dije que íbamos a ser novios? - se asomó desde la cocina con una sonrisa en su rostro.

Kirishima: - si, en eso también - rio.

Bakugo: - lo sabía - volvió a su labor.

Amajiki rio.

Tamaki: - tienen razón, solo debo calmarme.

Kirishima: - creo que no eres el único emocionado - estaba mirando por la ventana - ya llegó - una gran sonrisa se formó en su rostro y un foco se encendió sobre su cabeza - deberías irte, no tienes que hacerlo esperar.

Tamaki: - p-pero, aún no es hora de cerrar y hay que limpiar y-

Fue interrumpido por un dedo índice en sus labios.

Kirishima: - shhh... Tu ve a ser feliz junto a tu hijo y tu nuevo "amigo" - marco las comillas con sus dedos y empezó a reír pícaramente.

Tamaki: - s-solo será m-mi amigo.

Kirishima: - si, si, y Bakugo y yo somos strippers, ahora vete.

Por si se preguntan, Kazuma se fue con la señora Lucía, la señora vive al lado de Tamaki y cuando el niño se aburre se va a la casa de Lucia para seguir escuchando sus historias.

El pelirrojo empujó al peliazul hasta afuera.

Kirishima: - y no entres - miro a Togata, este, lo miraba algo extraño - hola - sonrió - ahora es todo tuyo - cerró rápidamente la puerta y se fue corriendo adentro para refugiarse.

Mirio: - ¿Todo mío? - un sonrojo apareció en su rostro.

Tamaki: - l-lo s-siento - estaba avergonzado cubriendo su rostro - mi amigo es... Ah~ - suspiro - raro...

Mirio: - t-tranquilo. Amm... ¿Y Kazuma?

Tamaki: - está con la señora Lucía - quitó sus manos de su rostro - tengo que recogerlo antes de ir a casa.

Mirio: - oh, bien - eso significa, en el camino, solo nosotros - sonrió.

Tamaki: - ¿Ocurre algo? - dijo intrigado, pues el rubio empezó a sonreír de la nada, le pareció algo raro.

Mirio: - a-ah, no. Tranquilo ¿Vamos?

Tamaki: - si...

Ambos empezaron a caminar a un paso realmente lento. El día estaba tranquilo y ellos también. Por lo cual, no tenían razón para apurarse.

Aún no estaba del todo oscuro, por lo que los colores del anochecer estaban llenando todo el lugar. Todo se veía lindo.

Mientras caminaban, había un silencio algo incómodo. Nadie sabía realmente como sacar un tema de conversación

Tamaki: - hay que pasar a comprar algunas cosas, ¿Me acompañas?

Mirio: - claro.

Otra vez reino el silencio.

Llegaron hasta una pequeña tienda. Al entrar, se encontraron con una chica que atendía.

???: - ¿En que les puedo ayudar?

Amor entre alfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora