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Togata se despertó, abrió sus ojos lentamente y se sentó en la cama. Se sentía mucho mejor que antes, los cuidados especiales de Tamaki lo ayudaron mucho. Hablando del peliazul, recordó todo lo sucedido y un sonrojo apareció en sus mejillas. Estaba muy avergonzado por lo que había hecho.

El rubio miro a su costado y encontró a Amajiki durmiendo en el suelo y a un lado de su cama. Suavemente lo movió para despertarlo.

Mirio: - Tamaki~ - susurro - despierta.

El peliazul abrió sus ojos lentamente.

Tamaki: - ¿Q-que paso? - froto su ojo con el torso de su mano para despertarse mejor - ¿Estás mejor? - dijo ya menos somnoliento.

Mirio: - si, gracias a ti - sonrió.

Tamaki: - m-me a-alegro... - un pequeño rubor adorno su rostro.

Mirio: - a-ah, por lo que sucedió cuando... Ya sabes... Lo del beso y eso - rasco su nuca nervioso - l-lo siento - bajo la mirada avergonzado.

Tamaki: - n-no, a-ah... Y-yo, f-fue mi culpa, no tienes p-porque disculparte.

Ambos estaban muy avergonzados para decir algo más. El ambiente se puso algo incómodo por el silencio.

Mirio: - amm... Ahora que me siento mejor, gracias a ti, por supuesto - rio - ¿Quieres tomar algo?

Tamaki: - ah... Lo siento, pero debo irme, deje a Kazuma en casa de la señora Lucía y ella no esta en buenas condiciones para cuidar de un niño todo el día. Así que - se levantó del piso. Luego, salió de la habitación.

Mirio: - a-ah, espera, te iré a abrir - se levantó y cambio rápidamente. Salió de la habitación y se fue a la puerta - gracias por venir y cuidarme - apoyo su mano en el picaporte y abrió.

Tamaki: - no hay de que - dió unos pasos hacia afuera y luego se dió la vuelta quedando frente a frente con Togata.

Al darse cuenta de lo que estaba pasando, se sonrojaron mucho.

Tamaki: - d-debo i-irme, te veo mañana en el café - le dió un beso en la mejilla al rubio y se retiró del lugar.

Mientras, Togata no podía creer lo que acababa de pasarle. Un gran sonrojo cubrió su rostro y cerro la puerta fuertemente.

Al día siguiente.

Tamaki y Kazuma se habían levantado temprano para ir a la cafetería. Desayunaron y de fueron. Al llegar al café, el peliazul abrió y espero a sus amigos. Cuando estos llegaron, abrió completamente para dejar a la gente abrir.

El día paso bastante rápido, debido a que ese día estuvo mucho más lleno de lo normal. Amajiki siempre estuve atento a la puerta, cada vez que entraba alguien, sus ojos brillaban y se formaba una sonrisa en su rostro, pero a los segundos desaparecía.

Ya en la noche (7:45).

Kirishima: - Tamaki, ¿Estás bien? - puso su mano en el hombro del peliazul.

Tamaki: - s-si, solo... - miro algo triste hacia afuera.

Bakugo: - ya entiendo, tu noviecito no apareció en todo el día y tú estás como un pobre perro abandonado.

Tamaki: - n-no, no es eso.

Kazuma: - papá - estaba algo aburrió y triste porque no vio al rubio en todo el día - ¿Por qué no vino Mirio? - se sentó en una silla y apoyo su cabeza sobre la mesa.

Tamaki: - no lo sé. A lo mejor, aún sigue algo enfermo, ¿Recuerdas que ayer lo fui a cuidar porque se enfermó?

Kazuma: - si...

Amor entre alfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora