Nada ayuda

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La decisión estaba más que tomada, te parecía increíble la idea de visitar el lugar en el que vivían los dioses, así que aceptaste la propuesta de Thor, pero antes que te fueras Tony te dijo que si necesitabas ayuda algún día que fueras con él, pues lo habías salvado.
Junto a Thor y Loki tomaste el teseracto y se transportaron a Asgard, donde rápidamente al dios del engaño se lo llevaron unos guardias y, a ti Thor te guió al cuarto de su madre para que la conocieras.

- vaya, fuiste a Asgard -dijo Wong asombrado.

- ¿no puedes estar ni un solo Flashback sin hablar? -protestaste.

(...)

Habían pasado meses desde que llegaste a ese mundo, no hablabas con nadie y eso desesperaba un poco a los Asgardianos, en especial a Odín, quien al principio no le gustó la idea de que una midgardiana como tú viviera en el palacio, pero terminó aceptando porque Frigga se lo pidió, ella había visto el dolor y sufrimiento que habías vivido, no lo creyó justo para tu corta edad.
Además de que le recordabas un poco a Loki.

Y hablando del dios del engaño, él era el único con el que podías comunicarte. Cuando escapabas de los tres guerreros, lady Sif y su curiosidad por saber el porqué de que no hables, terminabas yendo a la celda de Loki para dialogar con él.

- ¿qué ocurre, Midgardiana? -preguntó el dios mientras cambiaba la página de su libro.

- nada -respondiste con la mirada cabizbaja

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- nada -respondiste con la mirada cabizbaja.

- he soportado tus palabrerías por meses, se identificar cuando ocurre algo, cuéntame -ordenó con curiosidad.

- es que... hoy es mi cumpleaños -soltaste sin más haciendo que Loki se sorprenda.

Tanto él como tú habían desarrollado sentimientos por el otro, ambos estaban rotos por dentro y todo lo que querían era alguien que escuchara sus problemas y que les brindará su apoyo, cariño y afecto para no sentirse solos.

- oh pues -desvió la mirada unos instantes y luego te miró con una leve sonrisa en su rostro- haz un portal de esos que hiciste en Midgar para entrar aquí

- ¿qué? -preguntas confundida.

- te leeré y no te mataré por el fastidio que has sido estos meses, como regalo de cumpleaños -explicó ante tu mirada de desconfianza- prometo no lastimarte

- eres el dios del engaño, no puedo confiar en ti -dijiste con obviedad.

- cierto, tú eliges si confiar en mi palabra o desconfiar y quedarte allí en el frío suelo

- lo pensaste un instante- debo estar loca...

Miraste que no hubiera guardias y abriste un portal con rapidez, que te lleve a la celda de Loki, lo cerraste apenas lo cruzaste, el dios del engaño proyecto una ilusión por si los guardias iban a verlo, rápidamente tomó tu brazo tirando de el para que juntes tus labios con los suyos en un beso que buscaba calor y compasión.

Paradojas (Sherlock)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora