2° Temporada - Capítulo 9

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Pero mientras trataba de pasar por todo solo, siempre estabas ahí detrás, a pesar de haber vuelto a tu hogar, con más seguridad de la que debías. Y me dolía verte tratando de gritar mi nombre como aquel día desde la puerta de mi hogar. Me dolía recordar que eras hijo de ese señor. Y aunque deseaba odiarte no podía. Te amaba. Entonces comencé a buscar más pistas de tu padre, decidí investigar, sin quedarme con los brazos cruzados, olvidando la habladuría de la gente y los insultos que recibía. Olvidando tu presencia por gran tiempo, dejándote sufrir solo, recibiendo la visita de una persona, que aunque alguna vez me odió ahora me apoyaba.

Cuando raramente luego de no congeniar, ahora parecíamos tener algo en común.

Y fue así que Hyunjin se volvió mi mejor amigo, luego de haber llegado un día a traer solamente la tarea.

Fue que con su ayuda encontré algunas pruebas y casos parecidos a los de mi hermano que jamás fueron notados. Lo raro es que algunos nombres aún no habían sido localizados y seguían desaparecidos; pero que gracias a su padre, quien era un gran y reconocido periodista, pudimos encontrar un punto en común. Eran los hijos de los amigos del señor Lee, al igual que mi padre, quienes teniendo 20 años de edad habían desaparecido el mismo día en el mismo lugar, con el mismo movil. Todos ellos habían salido en la noche, cerca de la estación de policía, en el club cerca de la ciudad. Lo raro es que sus cuerpos aparecían en distintos lugares, y con las mismas marcas.

Entonces recordé aquellos días en la cárcel mientras permanecía preso. Pero me dolía recordar, así que fue difícil traer de regreso todo lo que sufrí. Por lo que dejamos de investigar algunos días mientras me reponía. Y ante ello, no evité apegarme cada noche a mi ventana, para acabar viéndote una de ellas, mientras nuestros ojos se veían fijamente, mientras algo en nuestro corazón nos hacía extrañarnos. Por lo que no evité romper mi propia promesa y correr hacia ti luego de dejar aquellas fotos en mi pupitre. No evité cruzar la pista y verte desde el jardín, antes de subir por la rama el árbol a verte.
Sabía que estaba mal. Pero realmente te necesitaba a ti.

Solo quería hablarte y saber que estabas bien. Y con la misma sonrisa de un principio volví a caer. Volví a tomar tus labios. Y aquel día pasamos nuevamente la tarde juntos, recorriendo nuestras pieles y nuestros corazones. A escondidas de nuestras familias, a escondidas del dolor.

-Yang.

EL BIBLIOTECARIO [Jeongho] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora