Capítulo 24: Mokita

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Autor. Haruka Eastwood

~ * o0O0o H.E. o0O0o * ~
Namikaze

Capítulo 24: Mokita

“Los monstruos más temibles son los que se esconden en nuestras almas” —Edgar Allan Poe

Lo deseaba tanto que dolía. Su omega interno suplicaba por que se rindiera ante lo que Naruto estaba haciéndole. Que claudicara ante su naturaleza, obligándolo a mostrarse como lo que realmente era, alguien sumiso y obediente, alguien que haría cualquier cosa por su alfa sin detenerse a pensar en su bienestar.

Porque lo cierto es que Sasuke se destruiría así mismo sin pensarlo, bloquearía cada una de sus salidas y terminaría siendo dependiente de un hombre que lo encadenaría y borraría su esencia de raíz. Sin embargo, en cuanto Naruto soltó sus labios para tomar aire, lo apartó con un movimiento brusco, nacido de un antiguo terror.

—Lo lamento ttebayo.

Sasuke aun temblaba debido a la excitación, lo deseaba, lo sabia y podía sentirlo. Sin embargo, su mirada mostraba un extraño miedo que le obligó a calmar a su alfa, a respirar mientras lo dejaba y se daba media vuelta dispuesto a salir de ahí. Consiente de que lo había lastimado una ves más, de que faltó a su palabra pero también sabia que no había podido evitarlo. Porque una parte de él moría por estar con ese omega, casi como si añorara su compañía.

—Naruto.

—En verdad lo lamento, no quise sobrepasarme contigo —acercó una mano para acariciar el rostro de Sasuke, deteniéndose en cuanto este cerro los ojos con fuerza, encogiéndose en su lugar—. Voy… voy a estar afuera tteba.

Lo vio salir y su pecho dolió, lo deseaba, pero le temía, tal vez por lo que estaba representando en su vida, por su pasado olvidado o simplemente porque se había cansado de creer que Naruto sería diferente a todos los demás alfa. Después de todo era parte de su naturaleza y lo quisiera o no, él siempre seria una clase inferior, sometido a los deseos de alguien más, rebajándolo hasta borrar todo lo que representaba una ves más, matándolo lento y sin compasión.

Jadeó pero no de placer, sino de frustración mientras apretaba los labios y retenía el sollozo, negándose a someterse ante alguien más por los deseos absurdos de su maldito omega. Por eso lo odiaba, por eso suprimía su naturaleza a base de medicamento, consiente del daño irreversible que estaba provocándose, pero era mejor olvidar.

Ya no tenía fuerzas para volver a levantarse de entre las cenizas, lo sabía pero seguía acercándose al incendio que representaba aquel alfa, pese a todo, se vistió con manos torpes, dándose unos minutos para tranquilizarse y poner en orden sus pensamientos.

Lo mejor era ignorar a su omega y aquella necesidad visceral que comenzaba a suprimir su lógica, dejando a flote sus instintos. Era el primer paso, pero al salir del probador, entendió que cada ves se iba perdiendo más y más ante Naruto, porque tras verlo con aquella mirada gacha, llena de arrepentimiento, sus intenciones de marcharse parecieron perder fuerza.

Y ahí estaba otra ves, perdiéndose entre sus ojos azules que le mostraron una verdad dolorosa, una verdad que aun no entendía pero que tal ves aceptaría pese al daño.

—¿Qué compraste? —preguntó en un tono hosco que hizo sentir mal al alfa.

—Yo… bueno, vi que te gusto esto y te lo compre… espero que lo aceptes —bajó la mirada, extendiendo la bolsa hacia Sasuke.

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