CRIMINAL ||| TAEGI ||| YAOI

XXV

Taehyung se quedó en silencio unos segundos después de decir aquello,  seguramente esperando que dijera algo, pero las palabras no salen de mi garganta. Él antes me había dicho que me había visto cuando fui con Jungkook a la dulcería, aunque jamás me dijo algo más sobre ese asunto. No quiero asustarme, sin embargo, no puedo evitarlo; me siento tan confundido que creo que terminaré colapsando y lo peor es que no está Kook para ayudarme.

—Yoongi, te estuve investigando.

—Me estás asustando, Taehyung, bastante. —Tomo una bocanada de aire—. Por favor, dime todo de una vez, explícame, no quiero sentirme así.

—¿Sentirte como?

—Con miedo.

No quiero tenerle miedo a Taehyung, no a él, quizás tuviera sus razones para estarme vigilando, pero si su explicación sigue así de lenta terminaré por tener un ataque de pánico y eso no será bueno. En sus ojos veo un poco de temor al escucharme decir eso, lentamente hace que me recueste en la cama, aun cuando estoy tan nervioso le hago caso. Me dejo guiar por él hasta que ambos estamos recostados. Los dos estamos acostados de lado, de tal forma que podemos vernos directamente a los ojos, él me mira de tal forma que siento que pierdo el aliento. Algo me grita que no tenga miedo de Taehyung, que solo intenta cuidarnos, pero ¿por qué?

—Escucha, te diré toda la verdad, lo que sucedió es que te conocí cuando ibas a presentar él examen en la universidad —dice con calma—. Estaba ahí por SeungHee.

—¿Por ella? —Frunzo él ceño—. ¿Ya conocías a SeungHee?

No debería sentirme celoso y menos en estos momentos, pero por alguna razón lo hago. Creo que se debe a mis inseguridades o quizás es algo más, lo mejor que puedo hacer es escucharlo y así quitarme de estos malos pensamientos. Debo poner atención a lo que me diga y no ponerme como niño caprichoso que no quiere que le quiten su juguete.

—Yoongi, tu compañera de trabajo es mi hermana. —Sonríe mientras que yo abro la boca sorprendido, estoy por preguntar cuando él continúa hablando—. Después te contaré esa historia. Estaba en la universidad porque fui a cuidarla, al ser una casi graduada le tocaba aplicar el examen a los nuevo. Casualmente le tocó la licenciatura en administración de empresas.

Abro un poco la boca al escuchar eso, SeungHee fue quien aplicó el examen y yo no me di cuenta, en verdad que debo prestar más atención a mi alrededor, pero se supone que nonlo hago porque Jungkook lo hace por mí. Seguramente ya me tope con Hoseok antes y yo ni en cuenta. Bien, ahora sería buen momento para que Jungkook estuviera a mi lado.

—Ese día me preguntaste si sabía dónde estaba el salón para presentar éñel examen.

—No me jodas. —Me levanto de golpe—. No, no, no jodas ¿eras tú? ¿El tipo que estaba mirando a todos como si quisiera matarlos?

—Si. —Ríe un poco y hace que me vuelva a recostar—. Hee me pidió que la ayudará a orientar a los chicos, yo tenía que irme pronto y esa mocosa hizo que me quedará mas tiempo del que debía.  —Se acerca a mi y deja un beso en mis labios—. Pero creo que fue lo mejor que me puedo pasar, conocí a un chico con las mejillas más rojas que unas cerezas y que temblaba tanto como un cachorro asustado.

Siento que mis mejillas se calientan al escuchar eso y debo esforzarme para no ocultar mi rostro entre mis manos. Ese día me había perdido y estaba por llegar tarde. Jungkook tenía el examen a una hora distinta, así que no me acompaño; recuerdo que ese día había un tipo con cubrebocas y gorra ni siquiera podía verle bien el rostro, ahora que lo pienso, si que me quedé embobado viendo el cuerpo del chico... bueno, ahora se que era Taehyung. Como lo ví con una tabla de informe en la mano me acerque a pedirle indicaciones, el me dijo que me llevaría al salón. Incluso hablamos un poco, él me preguntó si estaba nervioso por el examen y yo me reí cuando le dije que estaba a nada de desmayarme, pero que estaba preparado, que había estudiado y que esperaba quedar. Y me vengo a enterar apenas que él era aquel que me acompaño al salón, por el mismo infierno. Ese día si pude ver todos los tatuajes en su brazo, juro que me quede perdido en ellos.