Capítulo 4

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Ya habían pasado dos meses desde que la chica se había enterado de su embarazo y la semana siguiente empezó a trabajar en la empresa de ventas Rengoku.

Por otro lado, Iguro actualmente se encontraba en su primera noche de casado.

—Quítate esa ropa ridícula Kanroji, ni tú ni yo queremos eso.

Kanroji se encontraba vistiendo la lencería que su madre le había dado.

—Lo sé todo, el por qué tu padre hizo que te casaras conmigo, ¿fue por ese panadero cierto? —pregunto con total arrogancia, la chica solo sintió su corazón latir de los altos nervios.

—Iguro-san yo juro que nunca más lo volveré a ver y seré una buena esposa para usted, pero no se meta con él.

—No tengo ninguna intención de meterme en tu vida y menos de interferir en ese amor que tienes, puedes verte con él, mientras nadie te descubra.

Kanroji parecía no comprender, pues tu esposo no te dice ese tipo de cosas, aunque no hubiera amor en eso, ella pensó que Iguro la obligaría a muchas cosas.

—También deja de hablarme como si yo fuera superior a ti.

—Iguro-san...

Para Mitsuri era raro ver a Iguro de esa forma, ella nunca imagino terminar casada con él, ella desde un inicio estuvo enamorada de un chico que conoció en la universidad era un joven que obtuvo una beca, pero al no poder seguir pagando otras cosas decidió dejar la universidad y dedicarse a la panadería de su familia. Era un caso similar al de Iguro, ambos habían sido emparejados y alejados de sus amores. Aunque Iguro no quería arruinar la vida de Kanroji, mejor que nadie sabía lo mal que ella se sentiría si él la obligaba a hacer algo que ella no deseará. 

—Dentro de unos tres años que yo tenga más acciones podremos divorciarnos y cada quien tendrá caminos distintos, frente a los demás hagamos como si fuéramos una pareja muy feliz, pero ya cuando nadie nos vea solo somos amigos. —Obanai se levantó de la cama para luego dirigirse al balcón de la habitación del hotel en el que se encontraba— mañana iremos a conocer el lugar, ya pasado mañana puedes ir tu sola a donde quieras.

—Si Iguro-San. —Mitsuri se levantó de la cama en donde se encontraba para luego ir al baño a cambiarse.

Obanai no se encontraba en sus mejores, realmente se había sentido un poco mal de salud, muchos cambios de humor y náuseas. Tampoco había visto a la chica desde hace mucho, y estaba bien con eso, si la veía posiblemente él no se pudiera controlar e iría tras ella...

𝑀𝑖 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 || (𝐼𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑂𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖)|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora