Capítulo 13

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El tiempo iba volando, las semanas habían pasado tan rápido y para su más mala suerte se encontraba de la peor forma en una reunión junto a Kyojuro y nada más y nada menos que Obanai.

El hombre tal y como dijo se puso en contacto con la empresa y para Rengoku era una excelente noticia el hecho que una gran empresa como la de Obanai trabajará con ellos.

La reunión había terminado y los dos hombres seguían hablando entre ellos cosas que no involucraban el trabajo. No prestaba atención a la plática de los otros dos, sólo jugaba con el lapicero y miraba hacia la ventana, aunque podía notar la mirada que le daban cada minuto haciendo que se sintiera más incomoda de lo normal, aunque no tenía palabra ni podía reclamar al ser parte de su trabajo y la educación de Kyojuro o, mejor dicho: su naturaleza al ser tan amable y hablador.

Al estar distraída no noto el momento en el que Kyojuro se levantó y la dejó sola junto al pelinegro noto su ausencia cuando Iguro llamó su atención mientras tomaba un vaso de agua.

—¿Y Kyojuro?

—Fue al baño. —la mujer solo elevó las cejas y movió su cabeza y volvió a ignorarlo— ¿Cómo has estado?

Izumi sólo giro a verlo y contesto— Bien, de maravilla.

—Bien, es hora de irnos —el alto apareció nuevamente evitando que el de ojos bicolor hablara.

Izumi tomó su cartera y computadora y se levantó al lado de Kyojuro.

—Nos vemos dentro de poco Iguro —Kyojuro e Izumi hicieron una pequeña reverencia y se retiraron dejando al pelinegro sólo.

.

—¿Te dijo algo?

—No, sólo me pregunto que como estaba, nada más.

—Trataré de que no tengamos muchos encuentros.

—No te preocupes, es mi trabajo y tengo que aceptar que no siempre me le puedo esconder, gracias por pensar en mí, pero puedo con esto.

—¿Segura?

—Sí, mantente tranquilo.

—Es bueno que nos veamos, esta noche salgamos a una fiesta —decía la chica con cabello puntas moradas

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—Es bueno que nos veamos, esta noche salgamos a una fiesta —decía la chica con cabello puntas moradas.

—No lo sé, tengo pereza —hablaba mientras miraba a una persona mientras salía rápidamente de la cafetería a la que ellas se dirigían— Oye, ¿mira esa de allá no es Kanroji?

—¿Dónde? —la otra chica señaló a la dirección donde la de pelo rosa se subía rápidamente al carro— ¡Sí! Y parece que está llorando.

—Sabía que era ella —dijo mientras miraban el auto irse— pobre, se miraba mal.

—Sí, tal vez Iguro igual le fue infiel.

La otra mujer sin poder evitarlo comenzó a reír.

—No digas tonterías Shinobu —negó mientras reía por las palabras de su mejor amiga.

𝑀𝑖 𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 || (𝐼𝑔𝑢𝑟𝑜 𝑂𝑏𝑎𝑛𝑎𝑖)|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora