Capítulo VI: "Lo que Faltaba"

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ISLA DE JEJU, COREA DEL SUR

MAISON GLAD HOTEL

Los rayos del sol de aquella mañana, entraban por el gran ventanal de la habitación, haciendo que los ojos de Jennie, se apretaran con molestia. Giró sobre la cama para evitar la claridad, pero al hacerlo, se percató que la chica con la que se había dormido la noche anterior, ya no estaba a su lado.

Salio de la cama completamente desnuda y empezó a buscar por toda la habitación, pero al no encontrarla, decidió vestirse e ir a la sala. Una sonrisa se instaló en su rostro al ver las marcas que Lisa, había dejado en todo su cuerpo, le dolían un poco al tocarlas, pero no importaba, esas marcas le recordaban lo feliz que había sido la noche anterior junto a Lisa.

Al terminar, salió de la habitación y caminó por el largo pasillo hasta llegar a la sala, la cual se encontraba completamente vacía. Unos ruidos provenientes de la terraza, le hicieron saber que ahí era donde todo mundo se encontraba. Caminó hasta ella encontrándose a su hermana mayor y a Rosé, sentadas en la mesa, desayunando.

— ¿Donde está Lili?. —fue lo primero que preguntó.

— Buenos días para ti también, hermanita. —comentó Jisoo, dejando sus cubiertos sobre el plato, para poder ver a Jennie—. ¿Por qué no te sientas y desayunas con nosotras?.

Jennie asintió cabizbaja y caminó hacia la mesa, para sentarse al lado de Rosé. Jisoo, al verla sentada, se colocó de pie y empezó a servirse en un plato, leche y cereal, el cual había pedido especialmente para ella.

– ¿A dónde fue Lisa?. —preguntó Jennie, luego de que Jisoo, le colocara el tazón con cereal al frente.

— Tuvo que volver a su casa. —respondió Jisoo, tomando un trozo de fresa con el tenedor y llevándolo a su boca.

— ¿Y a qué hora vuelve?. —Jennie, siguió preguntando.

— Ella ya no va a volver. —las palabras de Jisoo, le provocaron un fuerte dolor en el corazón a Jennie.

— ¿Por qué?. Lisa dijo que me quiere y yo le dije que la quiero. —habló con la vista fija en su cereal—. ¿No se supone que las personas que se quieren, no se abandonan?.

Al escucharla, Jisoo dejó caer sus cubiertos sobre el plato y observó a Jennie, fijamente.

— Jennie, las cosas no son cómo crees. La vida no es un cuento de hadas donde todos son felices. —Jennie bajó la cabeza—. Debes de entender que lo que ustedes tuvieron, fue algo de una sola noche, no van a tener una relación y tampoco se van a casar y vivir en una casita colorida con flores y una linda cerca.

— No creo que sea la manera de explicarle las cosas, Jisoo. —Rosé comentó—. Lo único que haces, es lastimarla con tus fuertes palabras.

— Rosé, tu y Jennie, dijeron ayer por la noche que ella ya no era una niña. —le recordó—. Y ambas tienen razón, no es una pequeña, así que no debo de hablarle cómo si lo fuera y menos en un tema cómo este. Además, si se sintió lista para poder tener sexo con una mujer, entonces está lista para escuchar la verdad.

Rosé, soltó un suspiro y negó lentamente. De verdad que a Jisoo, no se le escapaba ni una.

— Se que mis palabras te están lastimando, Jennie; pero esto es la realidad. No puedes venir e ilusionarte con una mujer que seguramente te dijo 'te quiero', por el calor del momento. —Jisoo, siguió hablando—. Ella no te quiere y no te va a querer, porque sabe bien, que los sentimientos no deben de existir en algo de una noche.

Un incómodo silencio cayó en aquella terraza por varios minutos, donde lo único que se podía escuchar, era el sonido de los cubiertos. Jennie, todo este tiempo, de mantuvo con la mirada fija en su plato, su apetito había desaparecido por completo y lo único que quería hacer, era ir a buscar a Lisa y demostrarle a Jisoo, que se estaba equivocando. Porque Lisa, si la quería. ¡Sus ojos y el toque de sus manos se lo habían demostrado!.

Dulce e InocenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora