El legado de las artes del combate [Kenichi y KHR] (Yaoi)

Cap 3: "La llegada"

📯 HOLA A TODOS, LES TRAIGO NUEVO CAPITULO, ESPERO SEA DE SU AGRADO, ASI QUE NO LES ROBO SU TIEMPO Y COMENCEMOS 📯

Pov.Narradora

Una vez la décima generación (excepto Lambo) mas Enma y Adelheid llegaron a la estación, posterior a un largo trayecto de 4 horas, estos esperaban en la estación a Kenichi.

— ¡Tsuna! — grito un castaño moviendo su mano.

Al lado de este se encontraba una rubia de vestido morado.

— ¡Kenichi! — grito el mencionado para ir con su primo.

Todos veían la tierna escena de ambos castaños abrazarse con felicidad, una vez se separaron con una sonrisa, Kenichi pudo apreciar mejor a las personas que acompañaban a su primo.

— Cierto, Tsuna te presento a Miu, ella es la nieta del dueño del dojo — dijo presentandola mientras ella solo movia la mano y mostraba una sonrisa.

Uno a uno comenzó a decir su nombre por educación, algunos obligados como Mukuro y Hibari.

— Tsuna, ¿creí que iban a venir dos adultos contigo? — comento el discípulo número 1 al contar las personas.

— Si, ellos llegaran mas al rato — menciono con una sonrisa.

— Es un pequeño ángel — pensó Miu enternecida.

Todos caminaban primero hacia la casa de los Shirahama para que el pequeño Tsunayoshi fuera a visitar a sus tíos.

[...]

Posterior a 10 minutos de que empezaran a caminar llegaron a una pequeña casa, muy similar en fachada a la de Tsuna, el discípulo los llevo a el patio trasero, donde su madre tenía preparado un pequeño almuerzo.

— ¡Mamá! Ya llegamos — menciono el castaño entrando al lugar.

— Tsu-kun hace mucho que no te veíamos — dijo la madre de Kenichi abrazando a su sobrino.

— ¡Tsuna! — grito con emoción la mas pequeña para abrazarlo.

— Gracias tía Saori, Honoka-chan ¿y en tío Mototsugu? — pregunto al no verlo.

— Esta trabajando ya podrás verlo en tu estadía — le contesto Saori con una sonrisa.

El pequeño solo sonrió y comenzó a presentar a sus amigos uno a uno, todos saludaron sin problema, ya que la madre de Kenichi era similar a Nana, solo que se veía un poco mas estricta.

— Bueno no esperemos mas, vamos a comer — dijo Honoka para ir a la mesa.

Todos se sentaron y por primera vez comieron de manera decente, todo debido a que habían sido amenazados con anterioridad y porque esto les recordaba a una tarde en la casa Sawada.

De repente se escucho la puerta abrirse mostrando a un pelimorado con lentes y traje blanco entrar.

— ¿Ryuto? — pregunto con sorpresa el de apellido Sawada.

— Hola Tsuna — saludo con una sonrisa.

El castaño no dudo en pararse de la mesa para ir a abrazarlo, esto molesto al guardián de la nube, ya que ni siquiera con sus amigos mas cercanos era tan afectuoso.

— Ken-chan podemos hablar — le dijo el pelimorado apartándose del abrazo.

— Claro Ryu — dijo para levantarse e ir con su novio.

Ambos se adentraron a la casa, mientras Tsunayoshi regresaba a su puesto para comer.

— Que bonito es estar los tres juntos verdad — comento la madre del discípulo.