07

206 31 1
                                    

Neo Tokyo, 2098.

Por fin después del largo trayecto, llegarón a aquél lugar que les había indicado Toji, no tenían la menor idea de la existencia de un lugar así en medio de la nada en el bosque, tan viejo como el mismo tiempo, todo cubierto por musgo y siendo recuperado por la naturaleza, era jodidamente hermoso y al mismo tiempo tenebroso. Frenaron en la entrada y todos bajaron, los niños se vieron asombrados por todo esto y no dudaron en ir a investigar aquel enorme templo no sin antes escuchar de parte de Toji un :

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡SOLO DONDE LOS PODAMOS VER!

Y todos los niños al unísono soltaron un "aaaaaah!" pues ellos deseaban ir más lejos pero tampoco querían desobedecer a aquel imponente y temible hombre. Así que entre todos decidieron ir a jugar en aquel enorme patio e investigar en las cercanías.

Toji aún permanecía con Satoru en sus brazos, no planeaba soltarlo, quería tenerlo lo más que pudiese cerca de él, pero lo que no se imaginaba es que un par de ojos rasgados les observaban, con ira y celos por no poder llevar a quien más quería en brazos, justo como el lo estaba haciendo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Satoru... te llevaré a tu habitación.

Indicó aquel azabache al oído del albino, el cual soló asintió y se abrazo más fuerte del cuerpo ajeno, estaba tan absorto en si mismo y en la voz de Toji qué simplemente no se había dado cuenta de absolutamente nadie a su alrededor, más que el de aquella mujer que le había ayudado anteriormente.

La madera crujía bajo los pies del azabache, mientras Satoru buscaba más y más el calor corporal de Toji, apenas se había dado cuenta que tenía un pantalón de pijama blanco, al igual que una camiseta de media manga, todo muy fresco, iba descalzo y lo único que le cubría del frío era aquella chaqueta cálida y larga que le había dado el azabache.

Al por fin llegar a su habitación, el de negros cabellos lo dejó en el suelo de madera, para buscar algo que hubiesen olvidado los antiguos dueños de aquel templo, lo que sea, lo necesitaba para el albino. Estaba buscando en todos los cajones cuando escucho un "spash" notando la ropa del albino en el suelo y pronto observando el pequeño riachuelo en aquel lugar, era noche, la temperatura había bajado, la luna estaba por salir y Toji Fushiguro había descubierto a la criatura más hermosa de todas frente a él, tomando un baño, su nariz respingada, su cuello largo, sus brazos, si bien no eran fuertes, si tenían buen musculo, su espalda su cintura, su blanca piel y aquellos ojos qué miraban al cielo, ¿Por que sentía que Satoru estaba sufriendo? Se acercó hasta aquel riachuelo y se sentó en una de las rocas.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Satoru...

Pero no obtuvo respuesta, intentó una segunda vez pero tampoco obtuvo nada, hasta que estiro una de sus manos y toco apenas su piel, haciéndolo regresar, abrazandose así mismo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Mi padre era comandante de los Nero Elite, cuando su superior, Naobito Zen'in descubrió su habilidad no dudo en tomarlo a él y a mi madre cómo experimentós, fueron torturados hasta su muerte, no tuvieron piedad y se que vendrán por mi, esto fue una mala idea Toji, una terrible idea...

Escuchar el nombre de su padre le hizo tener ganas de vomitar, de alguna forma estaban conectados aunque fuera de una forma asquerosa y poco humana, quería consolarlo, decirle que todo iba a estar bien y que ya no tenía nada que preocuparse, que sus miedos solo eran mentales y nada más, que... Él sería quien lo protegería.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Satoru...

Acercó de nuevo su mano y el albino se movió, alejándose de aquel tacto.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡No me toques! Se que eres un Zen'in... ¡escuche a Naoya llamarte hermano! ¿Esto es divertido para ti? ¡Darle esperanza al experimento! ¡Mira como cree ser libre! Se que volverán a sacarme los ojos... y si no los detengo terminaran sacándome el corazón... yo... no quiero morir... no quiero... ¡no todavía!

𝐊𝐈𝐍𝐆 ; 🜲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora