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En alguna parte del bosque, 2098.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Vaya vaya, así que, te atreviste a quedarte, que valiente de tu parte experimentó.

Por supuesto que lo había dicho con todo el odio posible en sus palabras, porque ya había perdido esa categoría de humano, no era eso, era un maldito experimentó qué nació para que los humanos jugarán con él, solo tenia permitido el morir cuando los científicos así lo desearán, esa era la diferencia y Naoya decidía eso, su estatus era el de un dios vs. su maldito experimentó.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Se que no hubieras parado hasta encontrarme, incluso hubieras matado a media humanidad por tenerme de nuevo, eres predecible Naoya y decidí dejarme atrapar.

Pronto recibió otro golpe, aunque esta vez con el dorso de la mano de Naoya, lo que le hizo terminar por escupir sangre, soltando una pequeña risa al final, pues al parecer a Naoya le dolía qué le restaran poder, tan jodidamente predecible.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Muy pronto tendrás tu boca llena con gritos, los cuales yo me encargaré de brindarte, así que deberías evitar el desgastar tu dulce voz.

Naoya amplio una tétrica y temible sonrisa, antes de ordenar a sus hombres que prepararán la retirada. Pero gemidos y quejidos se propagaban por aquellos pobres seres, los cuales perdían el aliento cuando aquél temible demonio les atacaba en un abrir y cerrar de ojos.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ El...

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ángel...

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ de la muerte...

Repitieron los soltados qué perdieron la vida, en un instante, lo cual hizo darse cuenta a Satoru y a Naoya la clase de monstruo qué en verdad era Toji.

FLASH BACK
2093, Neo Tokyo

El bullicio se dejaba escuchar entre la multitud de soltados en el área de entrenamiento, todos los que decidían entrar a aquella arena a combatir eran dejados casi muertos, el hombre no era otro qué el hijo del generalísimo Naobito Zen'in, Toji Zen'in, el hombre era un maldito monstruo, nadie podía vencerlo, ni en velocidad ni en astucia, mucho menos en fuerza, lo tenia todo y aún así su padre siempre lo había considerado una deshonra.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¿Quién es él siguiente?

Con tan solo 23 años aquel hombre tenia un historial increíble, había acabado con 10 hombres de una pandilla de motociclistas el sólo y no dejo a ninguno vivo, la masacre fue tal qué salio en las noticias, pero claro, fue cubierto por su padre, diciendo que había sido un asesino en serie que sin duda atraparian pronto, promesas vacías, simplemente se le hecho la culpa a cualquier hombre y el hijo del generalísimo salio del ojo de la sospecha. Era tan ágil con armas de fuego como con armas blancas y sus propias manos eran un arma ya de por si, aquél hombre había sido llamado como el "ángel de la muerte".

FIN FLASH BACK
Tiempo presente.

De un momento a otro Satoru se abalanzó hacía Naoya y lo empujó, si era rápido podría sacarle el arma de aquella cazadora, pero un puñetazo en sus costillas le hicieron caer, pronto siendo Naoya quien estaba arriba de Satoru, con ambas manos en su cuello, ahorcando hasta que el albino suplicó por que frenará, lo que hizo al rubio enfurecer más, sus ojos se pusieron en blanco su rostro tomó un horrible tono de rojo combinado con morado qué indicaba la asfixia, pero de nuevo Satoru en su último intento de lucidez, utilizo ambos pies y darle una patada en la ingle con fuerza, lo que obligó a Naoya a soltarlo y agarrar sus partes íntimas, no había honor en ese tipo de golpes, pero era eso o morir de asfixia y no podía, no todavía.

Satoru gritó.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡TOJI!

Toji volteó a ver al albino y le guiño un ojo, para seguir peleando con aquellos hombres que no tardaban en morir bajo su poder.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡TOJI! ¡TE AMO!

Le gritó de nuevo, antes de levantarse e ir hacía Naoya, tomando por fin aquella arma que guardaba en su interior y disparar al aire, perdiendo todas las balas en dicha arma. Con esto hecho podía estar seguro de que Naoya no atentaría contra la vida de ninguno, pero aún no podía cantar victoria.

Le dio con ambos puños en el plexo solar para que perdiera todo el aliento, si se iba a poner bien, pero tardaría. Con el tiempo perfecto busco uno de los cadáveres con las llaves y se libro de aquella prisión andante, observando poco después a Toji.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ ¡YA LO SÉ! ¡AUNQUE TARDASTE BASTANTE EN DECIRLO!

Ambos rieron por lo bajó y fue entonces que Satoru lo vio, aquél nuevo escenario lo que le hizo correr lo más que pudo tanto, que sintió sus piernas doler y su corazón desbocarse.

Toji miró lo que se acercaba a su posición, tan rápido como para esquivar, pensando en todo lo que dejaría atrás, observó a su hermano correr con una daga hasta donde él, terminando por acabar con el último hombre ahí, rompiéndole la mandíbula.

Cerró los ojos pero... no sintió dolor, solo un cuerpo caer sobre el, con rapidez abrió los ojos y observó aquel "cuerpo" qué había evitado su muerte, Satoru. Horrorizado y perplejo se mantuvo observando el cuerpo en el suelo, inerte, sus ojos se posaron poco después en Naoya, el cual se levantaba de nuevo y se peinaba el cabello hacía atrás.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Maldito experimentó, menos mal aún muerto funcionas.

Escupió al cuerpo de Satoru y como si de un demonio se posicionará en su cuerpo, Toji tomó con una sola mano a Naoya por el cuello, levantandolo tantonto como pudo, sus lágrimas no salían, pero su odio iba en aumento.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Sabía que iba a ser una terrible idea dejarte con vida... hermano.

Lo asfixio hasta que perdió el conocimiento, pronto encerrandolo en aquel vehículo en el cual iba a meter a Satoru. Volvió a donde el cuerpo del albino y apoyó una mano en aquella herida.

Por fin las lágrimas salieron de sus ojos, dándose cuenta de donde había sido aquel golpe, justo al corazón, tomó con suma delicadeza el cuerpo de Satoru y lo acuno en su pecho, pegando su frente con la del albino.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Así que te referías a tu muerte... no a la mía... maldito niñato... ni siquiera me dejaste decirte que te amaba...

Una risa amarga salio de sus labios y pronto aquella risa se convirtió en alaridos, llenos de dolor, ver a Satoru con los ojos cerrados y no para dormir era un puto suplicio, primero su esposa y ahora Satoru, ¿qué no podía amar a nadie?

Se quedo en ese maldito lugar al menos otra media hora, hasta que pudo dejar de llorar, tomando pronto el en brazos el cuerpo de su amado y llevarlo dentro de aquel templo qué había sido su hogar, su refugio, donde pudo hacerle el amor tantas veces que muchas veces Shōko o Nanami tenían que llevarse a los niños a jugar lejos de la casa, el cómo siempre le cuidaba, como lo llenaba de besos y caricias después de hacerlo como animales en celo.

Fue hasta su habitación y se sentó en aquella habitación con Satoru en sus piernas, siendo él ahora quien mimaba.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Joder... te necesitó...

Y ahí iban las lágrimas de nuevo, no podía volver, no podía dejar qué los demás lo vieran así, no podía.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀─ Maldición... perdoname Satoru... perdoname...

Susurro en aquella soledad de una mañana qué nunca debió de suceder.

CONTINUARÁ.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2021 ⏰

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𝐊𝐈𝐍𝐆 ; 🜲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora