First Kiss || YunSang [Editando]

17. Time Of Love

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Oficialmente, Jeong YunHo había perdido la cabeza.

Aunque YeoSang creía que él mismo estaba más loco que el pelirrosa, por permitirle hacerle esto sólo por ponerle ojitos de perrito.

Ese día habían salido temprano de la preparatoria y su novio tuvo la brillante idea de llevarlo a un lugar “especial” antes de ir a casa. Con lo cual Kang no contó fue que dicho lugar era tan especial que YunHo se tomó la atribución de taparle los ojos con sus propias manos y guiarlo desde la entrada de la preparatoria a... Sabrá Dios dónde.

Llevaban caminando un par de minutos, que se sentía eternos para YeoSang tras tener su visión inhibida. La curiosidad picaba en su interior y mordía su labio inferior impaciente.

—YunHo-ssi, ¿cuánto falta? —pregunta, usando su voz más suave, justo la que consigue hacer que el corazón del pelirrosa se agite.

—¿Me estás hablando bonito a propósito, no es así? —YeoSang hace un ruidito tierno negando—. ¡Lo hiciste! ¡Lo estás haciendo ahora! ¡YeoSang! —le reclama y el rubio ríe por ser descubierto.

—Quiero saber a donde me llevas.

—No te diré, bebé —niega rotundo.

—Yun~ Andaaa...

—Espera un poco.

—¿Cuánto es un poco? —inquiere, ganándose un resoplido del pelirrosa.

YunHo se detiene abruptamente, sin decir ni una palabra y al más bajo de repente lo abruma la culpa, porque quizás presionó mucho y estaba enojado por su insistencia.

Las manos de Jeong fueron descendiendo lentamente de sus ojos pero se negó a mirar. En cambio da media vuelta, abriendo sus ojitos miel para cerciorarse de que el pelirrosa no estaba molesto. Tardó un par de segundos en enfocar con eficacia el rostro ajeno, suspira aliviado al darse cuenta que más allá de enojado, Jeong YunHo lucía nervioso y tímido... Pero, ¿Por qué? Él nunca era tímido. A menos que quisiera dar una sorpresa.

Es entonces que YeoSang husmea a su alrededor. ¿Dónde rayos estaban?

Lo primero que vió fueron árboles, muchos árboles altos. Estaban rodeados de ellos en medio de lo que parecía ser ¿el bosque? Extraño. Cerca de la preparatoria no habían bosques, en absoluto. Podía incluso escuchar no muy lejos ruidos de niños jugando así que, definitivamente, no estaban en un bosque.

—¿YuYu dónde es-

—Pues... —vacila, tomando los hombros del rubio y girándolo para que viera por el mismo—. ¡Ta-dah! ¿Te gusta? —dice nervioso.

—Un estanque. —afirma sorprendido.

—Sip, un estanque.

El de mullet se queda en silencio.

—¿No te gusta? —sus comisuras caen en una mueca triste por no lograr impresionar a su novio—. No te gusta, Sang... —se desanima sin remedio.

A diferencia de lo que YunHo pensaba, YeoSang sonrió radiante, mirando el hermoso y no muy espacioso estanque.

El agua se veía cristalina, reflejando como un espejo el verde frondoso de los árboles. Contaba con diminutas flores blancas y azules alrededor, un poco de barro por la tierra húmeda y unos pasos lejos de ellos se encontraba un par de rocas y... ¡Un pato! Era la primera vez que venía a este lugar.

No es como si nunca haya visto un estanque y un pato antes, sin embargo, que YunHo lo trajera aquí como una clase de sorpresa lo volvía muy cursi y romántico. Jeong siempre conseguía robarle un pedazo extra de su corazón. ¡Y él ya tenía todo su corazón! Iba a matarlo... De amor, por supuesto.