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Al otro día, temprano en la mañana volví a ir a la empresa, aunque esta vez no me dejaron pasar, el había prohibido mí entrada a ella también.
Aquello no me importo, decidí esperarlo fuera, estuve casi dos horas allí, y de pronto un auto deportivo se detuvo en la entrada, vi bajar a Win del lado del acompañante, se veía tan guapo como siempre, no pude evitar ponerme feliz, por fin podía verlo y el estaba bien, mi corazón comenzó a latir con fuerza en ese momento, pero esa sensación de paz que me dio verlo bien desapareció al notar que del lado del conductor bajaba ese tal Luke Voyage, qué hacían juntos, porqué demonios estaban juntos.
Salí corriendo de mí auto hacia ellos, y antes de entrar seguridad me detuvo.

—¡Win! —grité—. ¡Win!¡Maldición Win habla conmigo!

Despues de escuchar mis gritos, ambos se detuvieron frente al ascensor, y el le hizo una señal a los guardias para que me dejaran pasar.

—¿Por qué demonios me has estado evitando Win? —cuestioné mientras me acercaba.

—Señor Vachirawit —me llamo con frialdad—. Su contrato con nuestra empresa ha sido cancelado, por lo tanto no tiene porqué estar aquí ahora.

Su expresión al decirme eso fue tan indiferente, ni sorpresa, ni tristeza, ni enojo, no vi absolutamente nada de eso en sus ojos, aun después de no habernos visto por un tiempo, era como estar mirando a una pared, el estaba siento completamente frío conmigo.

—¿Dime qué sucede contigo Win? —cuestioné confundido—. Dime algo por favor.

—Señor Vachirawit ya no tiene ninguna relación con nosotros, debe marcharse ahora —respondió volteandose.

—¡Win habla conmigo! —exclamé, sujete su brazo antes de que se aleje, y en ese mismo instante el hombre que estaba a su lado sujeto el mío.

—¡Suelteme señor Vachirawit! —dijo Win mirando mi mano en su brazo.

—Creo que Win ha dejado bien claro que no tiene porqué estar aquí señor Vachirawit —exclamó entonces ese hombre quitando mi mano—. Asi que es mejor que se vaya.

—¿Quién demonios crees que eres tú? —cuestioné molesto.

—Alguien que sabe muy bien lo que Win quiere —afirmó sonriendo.

—¿Y qué es eso dime? —reí.

—Tenerte a ti lejos —respondió mirándome a lo ojos y luego levanto la mano—. Seguridad por favor acompañen al señor a la salida.

—Por favor señor acompañenos a la salida —solicitó uno de ellos sujetando mi brazo.

—¡Esperen déjenme! —exclame soltandome—. !Win!¡Win! —volví a gritar—.¡ Maldición Win mírame!¡Di algo Win!

Subieron al ascensor y el seguía sin expresión alguna, viendo como si nada como seguridad me empujaba hacia la salida, aunque lo peor fue ver como ese imbécil se acercaba a el con una sonrisa de satisfacción en el rostro, solo para provocarme.
De verdad ya no entendía nada, el me estaba sacando de su vida como si nada y encima tenía a su lado a ese idiota, quién demonios era ese idiota, su hermano me había dicho que en casa todo estaba mal, qué tanto tenía que ver ese tipo con eso y porqué demonios estaba con el si era así.
No sabía que pensar, pero no podía irme, necesitaba una explicación, seguridad no me dejaría entrar ni acercarme a el, entonces decidí esperar que saliera y seguirlo.

—Señor Vachirawit —dijo al teléfono mi jefe de mecánicos.

—¿Mert qué sucede?

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