INCREÍBLE SENSACIÓN |Reki Kyan y tú|

Capítulo XX

—¡Cuidado en esta curva!

A la exclamación de Reki, se preparó. Se agachó un poco, cuidando su postura al momento de realizar la curva. Y resultó de maravilla.

—¡Eso!— festejó el chico de cabellos rojos, desacelerando su andar, así ir a la par de ella.

—¿Qué tal si hacemos una carrera como suelen hacer aquí?— interrogó animada, viendo el camino.

—¿Segura? Puede ser algo peligroso para ti-...

—No te preocupes, más allá del suelo no pasaré— comentó con gracia, viéndolo fugazmente por el rabillo del ojo.

—Está bien...— dijo sin estar muy convencido, pero retomando a su entusiasmo —¿Lista?

—¡Sí!

—¡Ya!— exclamó, a pesar de que ambos ya estaban patinando.

Por la pista, andaban otros patinadores practicando o divirtiéndose. O quizás haciendo carreras sin gran importancia como la de ellos. Incluso había privilegiados skaters, como Cherry Blossom o Joe, a quienes esquivaron en un momento. _____ tuvo que abstenerse de chillar al pasar a un lado del de cabellos rosados, que iba discutiendo con el tatuaje.

El Kyan iba a la delantera, quizás por dos o tres metros. Debía de tratarse porque la Miura sentía, aún así, algo de miedo al andar por allí. Recién esa era la primera vez que llevaba consigo su tabla. No tenía muy estudiado el recorrido. En otra curva, tuvo que agacharse un poco para mantener el equilibrio, hasta volver al trayecto recto.

Aquello le resultaba fascinante, hasta sentía su corazón latir desesperadamente.

Salían del almacén. Estaba claro que ella no había sido la ganadora de esa supuesta carrera, pero la sonrisa en su rostro confundiría a cualquiera del resultado.

—Vaya, eso mantendrá mi adrenalina a todo lo que da. Ya ni sé si podré llegar a dormir— comentó caminando con las piernas temblorosas, y negando con una risa.

Él volteó por donde la chica, percatándose de que había quedado muy atrás. No tardó en regresar a ella, dándole la espalda y agachándose.

—Sube. Al menos... te llevaré hasta donde está la pantalla— informó, sin verla por sentir en su rostro algo de color.

—¿Seguro? Es un largo camino— apoyó un lado de su tabla en el suelo, para servirle de pilar a sostenerse.

—Claro, adelante.

—¿Y las patinetas?

—Las podrías llevar por delante de mi pecho.

______ soltó un suspiro para observar a todos lados, notando a las demás personas yendo de vuelta al lugar al que ellos iban. Con cuidado tomó ambos skates y subió para, a continuación, Reki incorporarse con cuidado pasando parte de sus brazos por debajo de las rodillas de la muchacha. Y emprendió camino.

—¿Qué te pareció el recorrido? ¿Te gustó?— interrogó para sacar tema de conversación, sin olvidar que en sus labios yacía una sonrisa.

—Sí. Y, ¡cielos! Fue demasiado emocionante. Aparte, las curvas eran más difíciles de lo que pensé, y la entrada en el almacén casi pierdo el equilibrio— comentó con euforia, sintiendo su espíritu satisfecho por lo vivido.

—Me alegra saberlo— rio un poco —. ¿Y has hecho un ollie? No te vi porque iba a la cabecera— dijo con gracia, intentando ver reacción alguna de su parte.

Sólo sintió que la apellidada Miura le soplaba la nuca, causándole algo de cosquillas y haciendo que riera.

—Para serte sincera, lo olvidé y me concentré en no caer— miró el cielo, aprovechando que en esa zona no había mucha iluminación, así que tranquilamente se podían ver las estrellas. Y respiró profundo, sintiendo que de a poco dejaban de temblarle las piernas.

—Al menos estás en una sola pieza. Después de todo, has tenido un buen maestro.

—¿Mi tío?— interrogó con diversión, volviendo a verlo desde un lado.

—Me... Me refería a mí porque yo fui quien pulió esas habilidades— dijo en un tono que le causó gracia a ______.

—Por supuesto. ¿Sabes lo que eres?

—¿Increíble como dices?

—Exactamente— sentenció como juez, para luego reír junto a él.

Luego de algunos minutos, finalmente llegaron. Reki Kyan bajó a _____ Miura con cuidado, verificando que ya se hallaba mucho mejor y podía caminar tranquilamente.

—Bien, ahora hablando en serio, ¿qué gano por haber ganado?— se agachó un poco a la altura de la chica, alzando una ceja y una sonrisa victoriosa plasmada.

—Pero nunca acordamos nada— levantó sus manos para mostrarlas, diciendo la verdad y aguantando una mueca divertida.

—No importa. Aquí siempre que se reta a alguien, se debe dar algo.

—Bien— negó rendida y sonriendo ligeramente —. ¿Qué quieres?

—Mmm... Que buena pregunta— se paró bien, dirigiendo una mano a su mentón y la otra a su cintura, pensativo mientras alzaba la mirada.

—Esperaré entonces— rio para pararse sobre su skate.

Lentamente, comenzó a practicar un truco si así podía decirse, de un chico que vio en un video junto a Reki. Consistía en moverse como si la tabla estuviera pegada a sus pies, lo cual ella relacionó con el caminar de un pingüino.

Miró al chico que seguía pensando. Por su parte, intentaba idear una sutil forma de decirle algo así como "¿qué tal un beso?" "¿Y si somos novios?" "¿Y si pasamos el resto de nuestras vidas juntos?". Pero después recordaba el hecho de que eran amigos y ella lo percibía así. Quizás, sería mejor algo que podría nacer de la Miura. ¿Qué tal si decía que lo sorprendiera? ¿Qué podría darle?

Y volviendo con _____, se le dificultaba lo que estaba haciendo. Habían ligeros amagues que indicaban que en cualquier momento perdía el equilibrio. Hasta parecía una niña inquieta. No cabía duda.

Fue entonces que realmente sucedió. Tras intentar ese truco, se había alejado un tanto de Reki Kyan, quien ni cuenta se había dado por estar en su mundo. Y perdió el equilibrio, ocasionando que cayera de espalda, empujando a otro patinador.

Al escuchar el impacto, el de cabellos rojos finalmente reaccionó y corrió a donde estaba.

¡Disculpen la tardanza en actualizar! Tuve algunas complicaciones, pero aquí tienen el capítulo.

¡Últimos capítulos! ¿Qué pasará?

Besos ♥