C10: Insoportable.

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Derek al verla salir del vehículo, repitió su acción.

— ¿Qué harás? —Derek preguntó.

—Llamar a una grúa —dijo ella obvia y pronunció el número para que el teléfono móvil realizara la llamada.

Informó la dirección para que vinieran al rescate, mientras Derek caminaba impaciente alrededor de ella.

— ¡Ya! —gritó Lizbeth.

— ¿Qué? —Derek la miró.

—Me pones nerviosa.

Él rió.

— ¿Por qué te ríes? —preguntó ella desesperada.

—Porque te pones nerviosa cuando estás cerca de mí —no dejaba de reírse a carcajadas.

Ella rodó los ojos.

—No quise decir eso, no malinterpretes lo que no he dicho.

—Sí lo has dicho —habló Derek mientras se cruzaba de brazos y sonreía.

— No hablaba en ese sentido, Mister Einstein —expresó ella intentando aclarar lo que Derek había entendido.

—Como digas, mentirosilla —chilló imitando su tono de voz de forma divertida.

— ¡Ya no te soporto más! —gritó ella malhumorada.

  —Amargada —susurró Derek para sí mismo.

Unos 10 minutos después, llegó la grúa y los dejó en la puerta de la casa para luego dirigirse al taller.

—Seguramente mañana recibiré un buen regaño y todo por tu culpa —dijo ella disgustada.

Derek ya no tenía más ganas de discutir con ella así que no contestó. Lizbeth le entregó las llaves de la casa para que Derek abriera la puerta.

Entraron, como era de esperarse todo estaba a oscuras. Ninguno insistió en encender las luces, sólo querían subir y dormir lo antes posible, así que ambos se encaminaron hacia las escaleras. Subieron despacio, Derek iba tras ella.

Cuando ya casi llegaban al último escalón, ella se tambaleó y casi se cae, pero por suerte, Derek la tomó por la cintura antes de que esto sucediera.

Ella sintió las manos de él rodeando su cintura cayéndose de espaldas, pero como él la tenía sujetada, no se golpeó.

— ¿Estás bien? —preguntó Derek con preocupación evidente en su voz.

— Sí, no necesito tu ayuda —respondió sin agradecerle lo que había hecho.

—Te hubieses caído —replicó él.

— ¡No tienes derecho a tocarme! —gritó agotada.

— ¡Agradece que si yo no hubiese hecho eso, te hubieses caído! —exclamó él.

—No debiste hacerlo.

—Sólo te toqué, no hice nada más. Exageras mucho —le habló Derek intentando no perder los nervios.

—Déjame en paz —pidió Lizbeth alzando la voz por enésima vez en toda la noche.

—Eres insoportable.

— Y tú un ángel —dijo ella con sarcasmo.

Derek no lograba entender a Lizbeth, él no había hecho nada malo; al contrario la había ayudado, debería agradecerle.

Lizbeth terminó de subir las escaleras y se dirigió inmediatamente a su habitación sin decir nada más, al igual que Derek.

N.A: ¡Hola! Gracias a @inma_23_ por la increíble portada.

Una amiga realizó un dibujo de Derek y le quedó fantástico. Quisiera que lo vieran, está en multimedia.

Igualmente muchísimas gracias a todas las personas que leen la novela por el apoyo.

Espero que les guste el capítulo :)

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