04: primera parte. [√]

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—¿Allek?

Nada.

La casa estaba sola, No había nadie.

Entré al cuarto del sujeto para revisar si estaba allí, pero no. Solo estaba Alan durmiendo con la boca abierta mientras de su boca salía un hilo de saliva.

Ugh.

Salgo a la cocina, vuelvo a llamar a Allek y no hay respuesta.

¿Se habrá ido luego de decirme que no me iba a dejar? ¿Seria capaz?

Entré a la cocina para revisar la nevera, solos estaba la pizza de ayer, pan y agua.

Vale, creo que es hora de hacer las compras.

El chirrido de la puerta principal me pone alerta, en un movimiento torpe agarro un sartén, tipo Rapunzel.

Preparo el sartén dispuesta a golpear, salgo de la cocina a pasos sigilosos mientras observo todo detenidamente.

Siento a alguien detrás de mí, me volteo bruscamente y golpeo con el sartén, me pongo de todos los colores cuando veo a Allek tirado en el piso.

—Agh — masculla él agarrándose la cabeza.

Solté un grito ahogado y tiré el sartén a un lado. Caí sobre mis rodillas.

—¡Perdón!

—¿¡Qué te pasa!?

—¡C-creí que alguien se iba a aprovechar de que no estabas para lastimarme!

El se levanta. —¡Ten cuidado para la próxima, joder! Parece que me hubieran reiniciado el Window.

Me quedo como una idiota mirándolo mientras estoy sentada sobre mis rodillas.

—Ya te dije que perdón.

—Ya deja de decir eso — el empieza a reír y frunzo mi ceño. Sí que es raro.

—¿Qué coño, Allek? ¿Porqué no estabas aquí?

—Estaba afuera— él me da la mano para que me levante, le doy una mirada rápida a la puerta y lo miro de nuevo a él.

Blanqueo mis ojos.

Por supuesto que estaba afuera, tomando aire.

Qué idiota.

(2 horas después)

Se han hecho las doce del mediodía, Allek y yo vamos camino a donde está Alan para hacerle preguntas.

Lo encontramos con la mirada perdida, Allek y yo cerramos la puerta detrás de nosotros y caminamos hasta él.

—¿Listo para responder? — Allek le quita las esposas dejándolo que se levante, para poder contemplarnos.

Sí, sería muy ilógico que él estuviera sin esposas luego de lo que hizo, pero la habitación está vacía, sin nada literalmente y el tipo no es que esté en muchas condiciones de golpear. Y si de repente trate de hacer algo, Allek lo detendrá, fue lo que hablamos.

—Si es mi única opción... Sí.

—¿Qué propósito tenías al venir aquí?

Él niega con la cabeza y yo lo miro con el ceño fruncido.

—Lo prometiste... —dije, él empieza a reír de una forma muy macabra mientras niega con la cabeza divertido.

—¿Acaso es tu primera vez lidiando con alguíen así? Son muy inútiles, ¿enserio le creen a alguien como yo?—  vuelve a reír y mi piel se erizó, dándome un escalofrío.

Todo Por Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora