Degenerates | Minshua

Finale

Mingyu odia las noches en vela pero es todo lo que tiene ahora. Jeonghan había caído dormido junto a su hijo por primera vez; era como si hubiese encontrado paz para sí mismo. Mingyu agarra un paquete de cigarrillos, metiendolos en su abrigo antes de salir por la puerta. El enorme cielo oscuro lleno de estrellas baña la orilla de la playa. Se mueve acerca un poco más mientras enciende un cigarro pero antes de poder inhalar, Jisoo se lo arrebata de las manos.

"No fumes aquí," Jisoo dice, sujetando el cigarro entre sus dedos. El aire fresco lo apaga así que Jisoo se lo regresa a su dueño. Mingyu ríe suavemente, mirando el humo esfumarse antes de meter el cigarro intacto a su bolsillo. "Lo tiraré cuando regrese al cuarto. ¿Qué haces aquí?"

Jisoo se encoge de hombros, acomodándose el cardigan a su esbelta figura. "Lo mismo que tú. Tomando aire."

"Pero no vine a eso," Mingyu recuerda, "Vine a fumar."

"Oh," Jisoo evade al hombre otra vez. Mingyu lo captura por la muñeca antes de que pueda escapar. "Ya que estás aquí, ¿por qué no me acompañas por un rato?"

Jisoo vacila; Mingyu puede notarlo por la forma en sus labios se mueven sin hacer ruido. Mantiene su agarre sobre el más bajo, esperando pacientemente por una respuesta. "Es nuestra última noche aquí," Mingyu agrega, "Nos iremos en la mañana."

Jisoo lentamente se rinde; su brazo rígido se relaja en el agarre de Mingyu. "Seguro."

Pero Mingyu se siente inseguro sobre qué hacer o a dónde ir. Jisoo se deshace del agarre ajeno y decide quedarse al lado de Mingyu en silencio. Alza la barbilla hacia el cielo y Mingyu lo imita. El cielo está iluminado con estrellas pero Mingyu sigue sintiéndose tan vacío.

"Nunca me respondiste," Mingyu murmura contra el frígido viento, "Si el niño era nuestro."

La mirada de Jisoo recae sobre los dedos de sus pies. Los entierra profundo en la arena, disfrutando de la textura contra sus plantas. "Él es mío," Jisoo responde pero sabe que aquella respuesta no será suficiente para el corazón del otro.

"¿Es mío?"

Jisoo muerde sus labios. "Sí."

Mingyu se ve asombrado por el vacío de nuevo. Es incapaz de sentir algo -ni tristeza ni felicidad. Es como si Jeonghan lo hubiese encerrado en una pequeña caja, y cada que la abre, en lugar de escapar, se entierra más en el abismo. Mingyu se siente sofocado pero en realidad, está respirando apropiadamente y eso de alguna forma lo hiere más. Sus afligidos ojos se encuentran con la vista del mar, y se calma un poco.

 "¿Cinco años, uh?" Mingyu dice para sí mismo, "Ha sido un largo tiempo. No sé ni siquiera una sola cosa sobre él." Su tono agrio atravesó el corazón de Jisoo, pero mantuvo su postura, inquebrantable ante la voz lastimera de Mingyu.

"No te preocupes," Jisoo convence, "No he sido sólo yo. Tiene a un montón de otras personas -Seungkwan como su tío, el novio de Seungkwan como su 'tío guapo', Wonwoo como su padrino e incluso llama a la señora Boo su abuela-" Jisoo ríe sutilmente, pero esta dulce risa se entierra profundo en el pecho de Mingyu.

"Eso es bueno," Mingyu miente, "Al menos no está solo." Pero Jisoo es demasiado sensible como para no detectar la soledad en la voz antinatural de Mingyu. ¿Y qué hay de ti? Jisoo tuvo que usar todas sus fuerzas para abstenerse de preguntar eso. ¿Estás solo? ¿Estás triste? ¿Algún día serás feliz? Jisoo se traga sus palabras, presionando sus puños contra sus piernas.

"Jeonghan me dijo," Mingyu comienza manteniendo su mirada sobre el océano, "Que el costo de sus células son diez años a su lado." Ríe entre dientes. "¿No suena eso ridículo? Es como si estuviéramos en alguna tonta telenovela." Se encuentra con la mirada tranquila de Jisoo que le roba hasta su ultimo aliento. Finalmente suelta todo el oxigeno que ha estado reteniendo, y respira con alivio. "Pero creo que lo vale por todo el daño que les he causado a ambos."