Las Cadenas de un Jinchūriki-Naruto

Capitulo 19

¡Godaime Hokage!

¡Parte I: En busca de una mujer!

Los días pasaron, un mes había pasado rápidamente desde la invasión de Orochimaru en Konoha.

Las noticias de la invasión a Konoha y la muerte de Hiruzen conmocionaron a las naciones elementales. ¿Quién y cómo sería capaz de matar a ese viejo monstruo?.

Al saber sobre la técnica que fue capaz de arrinconar al Sandaime Hokage, los grandes poderes sudaron frío. Nadie negaba que Orochimaru era un shinobi de elite, pero todavía estaba lejos de tener las calificaciones como para asesinar con sus manos a un Kage, y mucho menos a uno tan poderoso como Hiruzen. 

Tal y como había dicho Hashirama, aquella técnica creada por el Nidaime Hokage era simplemente terrorífica. No solo tendrías que sacrificar a un shinobi, también perturbarías la paz de aquellos que habían muerto.

No todos eran tan asquerosos como Orochimaru, poder usar los restos de sus antecesores e invocarlos al plano terrenal una vez más era simplemente repugnante. Por lo que aquel jutsu se catalogó como un tabú. Si se descubría a alguien intentando practicarlo, sería brutalmente asesinado y su familia pagaría generaciones de sentencia.

Entre varias montañas se encontraba Iwagakure no Sato, una de las cinco grandes naciones.

Su líder, Ōnoki, el Tsuchikage era un hombre viejo, posiblemente mayor que Hiruzen. Su cuerpo era pequeño, tal vez no medía más de 1,30m. A pesar de sus características, desprendía un aura digna de un Kage.

Frente a él se encontraban varios hombres y mujeres sentados en una mesa, posiblemente el concejo de Iwa.

Ōnoki-sama, con el Hokage muerto y sus defensas bajas deberíamos ser capaces de destrozar Konoha- un hombre dijo. La seriedad era evidente en su rostro

La mitad de los concejales asintieron a las palabras del hombre, mientras que la otra mitad se negó. Aunque Konoha no tuviera su cabeza, seguía siendo un dragón.

Aunque el Hokage esté muerto, no es realmente seguro atacar- dijo una mujer sentada frente al hombre que había hablando

Parecía que la mesa concejal se había dividido a la mitad. Teniendo a los pro de atacar Konoha, sentados a la izquierda, y a la derecha aquellos en contra.

¿No serás un espía de Konoha, y es por eso que te niegas?- soltó una mujer del lado izquierdo

¡Tonterías!- dijo la mujer de la derecha
Aún sí, ella sea una espía o no. Es muy peligroso atacar Konoha, no olvidemos que todavía tienen un Sannin cerca- dijo un hombre de la derecha

Inevitablemente, una discusión empezó a desarrollarse en la mesa. Ōnoki simplemente tenía los ojos cerrados, mientras apoyaba su mentón en sus dedos entrelazados.

¡Silencio!- rugió Ōnoki abriendo sus ojos

La sala quedó en silencio instantáneamente, pues una poderosa presión se cernió sobre ellos. Esa era el aura liberada por un hombre que había luchado en guerras, creciendo constantemente en poder.

De hecho podemos atacar Konoha sin temor a perder ante ellos, teniendo en cuenta que si nos movemos, Kumo lo hará- dijo Ōnoki mirando a los concejales de la derecha. Esa declaración calmó las dudas de los concejales

¿Entonces atacaremos?- preguntó un hombre de la izquierda

No- contestó Ōnoki. Su respuesta confundió y sorprendió a todos
Ustedes no lo saben, pero le debemos mucho a Hiruzen-dono. Por lo que esta vez, y solo por esta vez, no atacaremos a Konoha en su debilidad- dijo el anciano
¿Qué podríamos, nosotros, deberle al Hokage, Ōnoki-sama?- preguntó un hombre
*Hahh*¿Ustedes creen que la anterior Jinchūriki del Kyūbi nos dejaría ir fácilmente en la ultima guerra?, también consideren que el Kiiroi Senkō , quien más adelante sería el Yondaime Hokage, la seguiría a todo lugar- dijo el Tsuchikage después de soltar un suspiro