Aún estando lastimado, jalará de sus cadenas hasta romperlas
¡Prologo!
¡El regreso!
El tiempo avanzó imparable como siempre. Dando pasó a otras estaciones y nuevas generaciones.
La, una vez, caótica Konoha había regresado a tiempos de prosperidad. Los civiles, por fin, habían superado el impactó de una invasión y los shinobi la perdida del sharingan. Sin embargo, nunca se olvidarían del odio que sentían hacia Orochimaru.
En la torre Hokage, en el salón donde se asignan misiones, se estaba llevando a cabo una escena un tanto graciosa.
"No quiero" se quejó un niño de doce años. Tenía el cabello castaño oscuro y de punta. Una larga bufanda colgaba de su cuello, mientras vestía pantalones marrones y una chaqueta verde.
"Konohamaru, ya te lo he dicho, eres demasiado débil para una misión de rango superior" se quejó Tsunade. Al parecer los años no la afectaban y, tal vez, la hacían lucir cada vez más hermosa.
"Hmph, Aniki a mi edad hacía misiones de Rango A" refutó, el ahora identificado, Konohamaru. Había crecido mucho desde la ultima vez.
"Pero, Naruto-kun era muy fuerte y tenía un muy buen equipo" sonrió una pelinegra, era Shizune. Quien tampoco había cambiando mucho.
"También hemos adoptado el nombre de equipo 7, para así superarlos. ¿Si no me dan misiones buenas cómo lo haremos?, ¿cierto, chicos?" soltó Konohamaru mientras le dirigía su mirada hacia otros dos niños.
Una niña de cabello naranja y un niño de cabello castaño que usaba lentes, eran Moegi y Udon, los amigos de la infancia de Konohamaru.
"¿En qué te comparas con nosotros, mocoso?" se escuchó una dulce voz mientras la puerta se abría, revelando a una pelirroja y una pelirrosa.
La pelirroja era una belleza en el apogeo de su juventud. Su cabello rojo, intenso como la sangre, caía más abajo de su espalda baja, siendo sostenido en una cola de caballo alta; sus ojos brillaban en un violeta hermoso; y su figura era simplemente cautivadora, aunque su busto era pronunciado, más no grande, y sus piernas eran prominentes, mantenía una complexión atlética. Por otro lado, su rostro parecía haber sido tallado en jade blanco, liso y terso. Era Uzumaki Mito, miembro del anterior equipo 7.
A diferencia de hace unos años, vestía un pantalón negro ajustado y una chaqueta naranja oscuro con líneas negras.
La pelirrosa era linda, aunque estaba muy alejada de Mito. Su cabello rosado era corto, sobre sus hombros; sus ojos eran esmeraldas y su figura era esbelta y sin mucho atributo. Vestía un short ajustado negro, junto a una camisa sin mangas rosada.
"Mito, Sakura, al fin regresan" sonrió Tsunade al ver a las dos jóvenes.
"Tch, solo es la bruja escarlata" soltó Konohamaru al ver a Mito.
"Maldito mocoso, no valoras que te he dejado vivo" se quejó Mito mientras veía al castaño con enojo.
"Como sea, Godaime, ¿cómo me convertiré en el Nanadaime si no me dejas hacer misiones dignas?" preguntó Konohamaru.
"¿Nanadaime?, ¿le estás cediendo el sexto a Mito?" sonrió Tsunade.
"¿A esa mujer desvergonzada?, debes estar bromeando" soltó Konohamaru.
'¿Mujer desvergonzada?' se cuestionaron todos mientras veían a la pelirroja.
"El Rokudaime, naturalmente, será Aniki, Namikaze Naruto. Las naciones temblaran al escuchar su nombre algún día" sonrió Konohamaru con orgullo, como si los, posibles, logros de los que hablaba fueran suyos.
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Las Cadenas de un Jinchūriki-Naruto
AcakCreció apartado del mundo, siendo adoctrinado para ser el arma de su nación y traerle paz. Cuando fue capaz de ver la belleza del mundo y de su gente, de la libertad se enamoró. Lamentablemente, habrá quienes se opondrán y cadenas le colocarán. Sin...