¡Exámenes Chūnin!
¡Parte XI: Invasión II!
Naruto se detuvo frente al Ichibi, quien lo miraba con una sonrisa sádica. El rubio no pudo evitar sentirse temeroso ante la bestia. Sus instintos le gritaban que saliera corriendo del lugar, que él no era oponente para aquel monstruo.
Pareces ansioso por morir, pequeña rata- soltó el Ichibi acompañado con una carcajada
¿Morir?, ¿Un mero Ichibi tiene las capacidades para matarme?- soltó Naruto tragándose todo su temor. Entendió que el Ichibi era fácil de molestar
¡Maldita rata!, ¿Cómo te atreves a ser tan arrogante?- gritó con furia el Ichibi
¡No solo te matare, te despedazaré lentamente!- exclamó furioso el BijūRealmente le era imposible aceptar que se tenía que enfrentar a un mocoso. Él, que había atemorizado por años a la gente de Suna. Él, que para sellarlo necesitaron al menos una decena de Shinobi de elite aún estando herido.
Pero hoy, el que le hacía frente, era un mocoso humano. ¿Cómo no iba a sentirse ofendido?. Si bien no era el más fuerte de los nueve Bijū, seguía siendo un ente poderoso. Quería destrozar a Naruto en cientos de pedazos antes de matarlo.
Naruto soltó una exhalación, un poco de vapor surgió de su boca junto a una presencia terrorífica. Su cuerpo sufrió cambios un poco más evidentes, algunas mechas de su cabello se tornaron de un naranja oscuro, sus uñas se volvieron garras, sus dientes colmillos.
La energía que desprendió Naruto sometió a todos los seres vivos en un radio de 100 metros durante un segundo. Un segundo, el cual fue como una eternidad para los sometidos. Ni siquiera el Ichibi pudo evitar congelarse.
Hoh, pudo utilizar la Presencia del Rey, aunque solo la usó por un segundo. No eres un tipo sencillo, mocoso- pensó el Kyūbi
Naruto se lanzó hacia la cabeza del Ichibi, donde yacía su Jinchūriki. Al ver que Gaara se encontraba en un estado de sueño en la cabeza del Bijū, Naruto supuso que si lograba despertarlo podría frenar a la bestia por unos momentos. Se arriesgaría a esa suposición.
Hiruzen jadeaba pesadamente. Su cuerpo estaba lleno de heridas, pero sus ojos ardían en un fuego que no podría ser apagado ni por la más helada tormenta. Era la fuerte voluntad, del Sandaime Hokage, de proteger a Konoha, aún si perdía su vida en el proceso.
Te has vuelto muy fuerte, Saru- dijo Tobirama
Ciertamente, no defraudaste nuestras expectativas al entrenarte- dijo Hashirama con una sonrisaA pesar de que el Sarutobi ya no estaba en su apogeo, dio pelea a dos Hokage inmortales e inagotables. Digno de ser el hombre que una vez fue nombrado como el Shinobi no Kami.
Usando su invocación, Enma el rey de los monos. Hiruzen mantuvo a raya a los dos Hokage y al Hebi Sannin.
Los cuatro shinobi lucharon durante mucho tiempo. Las heridas del Sandaime Hokage podrían considerarse graves, casi mortales. Del otro lado, ambos Hokage estaban en perfecto estado. Aunque Orochimaru no tenía ninguna herida, se veía extremadamente pálido y agotado.
Había estado usando su técnica de reemplazo de cuerpo, si bien era una habilidad sumamente repulsiva, no se podía negar su gran ventaja. Aunque frente a un guerrero que experimentó guerras y las ganó, esa habilidad fue llevada hasta el limite de su usuario. Dejando, así, a un Orochimaru sumamente cansado.
¿Realmente creíste que sería fácil matarme, solo porque ahora soy un anciano?- soltó el Sandaime Hokage
*Tch*Solo muerte, maldito anciano- gritó Orochimaru frustrado
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Las Cadenas de un Jinchūriki-Naruto
De TodoCreció apartado del mundo, siendo adoctrinado para ser el arma de su nación y traerle paz. Cuando fue capaz de ver la belleza del mundo y de su gente, de la libertad se enamoró. Lamentablemente, habrá quienes se opondrán y cadenas le colocarán. Sin...