Capítulo 9

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*narrador omnisciente* *después la segunda prueba del Torneo*:

Harry no lo podía creer: después suyo, llegaron Cedric y Cho, luego Viktor y Ginny, y al final, casi cuando se acababa el tiempo, salieron Fleur y su hermanita. A todos los que habían salido del lago, les habían dado unas frazadas gruesas y estaban todos sentados en un lado. Primero estaban ahí Harry y Hermione, y en eso, Hermione, eufórica, abrazó a Harry diciendo:

- ¡Harry, estás bien! ¡Lo conseguiste, encontraste como respirar en el fondo del agua!

– Sí... – en eso, ella le dio un beso en la mejilla, sonrió y se cubrió con la frazada, y le dijo

– "Yo no sabía para qué me habían llamado, pensé que me iban a castigar o algo así, pero resulta que encontré a Cho y a Gabrielle, la hermana menor de Fleur en el despacho, y nos dijeron que íbamos a ser rehén de un campeón, y luego ya no recuerdo...

– Sí, no les comenté esa parte: teníamos que buscar lo que más valoramos bajo el agua... – Harry sentía que se sonrojaba, y cuando miró a Hermione, ella también se había sonrojado

– Vaya... – y en eso, Ron llegó y empezaron a conversar los tres.

*esa noche*

"Harry... Harry... ¿ya sabes quién soy, Harry?" – "Tú de nuevo, ¡quiero saber quién eres!" – "Vamos, Harry, ¡pensé que ya sabrías quién soy!" – "Tu voz me parece conocida... es muy parecida a la de..."

- Hermione – Harry había despertado

– ¿Hermione? ... – Ron estaba escuchándolo y tenía una cara de confusión – ... ¿qué te pasa, Harry? – y le contó todo: la voz que llevaba escuchando en sueños dese hace un tiempo, las suposiciones que había hecho sobre la dueña de esa voz, y lo que empezaba a sentir por su mejor amiga

– Me lo hubieras contado antes... ¡tú estás enamorado de Hermione, Harry!

– ¿Yo? ¿e-enamorado de Hermione?

– Sí, Harry, tú. Por eso ella era tu rehén, porque la quieres, ¡es una de las cosas que más valoras! – Harry se encontraba sorprendido. Era verdad que sentía algo por Hermione, ¿pero enamorado? Pero él también se había dado cuenta del hecho de que ella haya sido su rehén

– Pero, pero es mi mejor amiga...

– ¿Y eso qué? Si la quieres, ¡díselo!

– ¿Y si no siente lo mismo?

– Como dicen los muggles, si no arriesgas, no ganas amigo – dijo el pelirrojo con tono sabio.

- Tienes razón, mañana se lo diré – y ambos decidieron ir a dormir.

SOULMATES - HARMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora