Mil Memorias ┋ Multifandom

invisible (no more)┋Miraculous Ladybug

Prompt: Funeral / Memorial

Adrien no sabe qué hacer ahora que perdió a su madre. Afortunadamente, no está lo suficientemente solo.

Había un silencio literalmente sepulcral en el cementerio; o al menos, así era como Adrien sentía el mundo a su alrededor. Podía figurar la voz del padre yendo y viniendo ocasionalmente, las teclas del piano siendo tocadas en el fondo, y no faltaba algún que otro sollozo y un 'lamento mucho tu pérdida', pero ¿honestamente?, se sentían muy vacíos para él. Como una diminuta partícula mientras el universo seguía su flujo natural mientras él se quedaba atrás, el tiempo detenido como si se mofara de su simple presencia. Invisible, le parecía el término adecuado.

Podía sentir las gotas de sudor recorriendo su sien, y no podía evitar suspirar con desgana mientras la retiraba con el pañuelo que su padre le había entregado en el trayecto, aprovechando la cobertura que dicho material le proporcionaba para limpiarse, con cierta brusquedad, las lágrimas acumuladas en su ojos. Podía sentir cada toque que sus dedos daban contra su piel, podía sentir cada fibra de la tela del pañuelo mientras frotaba con cansancio su sien y comenzaba a secar su frente, y podía sentir cada cosquilleo helado que daban las lágrimas contra sus ojos mientras volvían a acumularse.

—En momentos como estos, no tenemos palabras. Solo nos tenemos el uno al otro —el padre seguía hablando, y Adrien sólo quería que se callara. Cállate cállate cállate – si sigue así, tendrá que aceptar que realmente estaba pasando.

—Hoy nos reunimos para lamentar el fallecimiento de Emilie Agreste; devota esposa de Gabriel, y amada madre de Adrien Athanase.

Sabía que su padre no pretendía hacer ningún mal cuando decía que no era propio de un Agreste llorar en público, o tener la cabeza baja o mostrar algún signo de debilidad. E incluso ahora podía sentir la mirada crítica de su padre mientras lo observaba por encima de su hombro.

Podía sentirlo podía sentirlo podía sentirlo-

Sacudió la cabeza, dejando salir un suspiro tembloroso, sintiendo como su pecho disminuía con la respiración contenida. En ocasiones deseaba ser como su padre: estoico, erguido, con la frente en alto pese a las adversidades; pero dudaba que esa fuera una ocasión en la que pudiera presentarse así.

—Adrien —alzó paulatinamente la mirada, y ahí estaba nuevamente su padre, mirándolo sobre su hombro con una mirada que después de 14 años seguía desconociendo. Y parecía que era lo único que necesitaba decir, porque volvió a concentrarse en el padre que seguía recitando.

Y, aun así, no comprendía cómo es que su padre le hacía para mantenerse inexpresivo en toca ocasión.

No cuando Mamá Muerta...

Parpadeó cuando un par de pasos silenciosos, percibiendo en tan solo unos segundos la fina capa de perfume favorita de Chloé. Por una vez, no se encontraba intentando retirarla de su cuello, ni le hablaba con esa agudeza que no le sentaba y una dulzura exagerada en comparación a la que acostumbraba.

Y en poco tiempo, se encontraba cubierto por la misma sombrilla con la que había llegado.

(—No quiero arriesgarme a sudar —había dicho tan pronto se encontraron, la charla de sus padres de fondo mientras André le entregaba un ramo de rosas blancas a Gabriel—. Sin ofender Adriboo, sabes que te quiero. ¿Pero de verdad... tenían que hacerlo en un día tan caluroso?

Había vacilado. Chloé Bourgeois, siempre tan segura de sí misma, había vacilado, y su mirada había decaído mientras se acercaba a él a paso lento. De un modo u otro, eso le decía mucho más a Adrien de lo que esperaba.