©𝑆𝐸𝑅𝐸𝑁𝐷𝐼𝑃𝐼𝐴. Saga: Palabras Hermosas.

Capítulo 13

Lo mío no fue amor a primera vista. Fue algo mejor que eso, yo me enamoré de tu personalidad, tus pensamientos, tu sentido del humor, tu mirada, tu sabiduría, tu voz, todo de ti, fue algo lento pero maravilloso»
—ifrasesyamor (usuario de Instagram).

Marcel y su padre desayunaban juntos, el silencio entre ambos no era incómodo. Él ya estaba acostumbrado a la personalidad reservada de su padre, Marcus Bernal era un hombre que siempre iba a preferir el cómodo silencio.

—¿Quieres ir a la feria del pueblo? —preguntó Marcel. —Pienso que te haría bien distraerte.

—No quiero pero gracias por el ofrecimiento.

Eso era de esperarse por lo cual el joven no se molestó. No insistiría más, si Marcus Bernal ya había dicho que no, esa era su respuesta definitiva. Él no tenía nada que hacer aunque le gustaría que al menos su padre y su prometida tuvieran un segundo encuentro para que pudieran resolver sus diferencias.

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Los Felton siempre inauguraban la feria, cada año los habitantes de Woodstock preparaban sus puestos para competencias y tenían el premio listo para los vencederos. A Martina le encantaba, siempre participaba para ganarle algún premio a su hermanito. La feria era una de las pocas veces en las cuales los marqueses dejaban ver a su hijo frente a los pueblerinos, Albern siempre se mantenía cerca de su madre o su hermana mayor y este año estaba Cato con ellos.

—¿Y Amy no asistirá? —preguntó el rubio mientras iba con sus primos recorriendo los puestos de la gente.

—Amy no es bien recibida por eso prefiere mantenerse en su casa durante la feria.

—Son unos imbéciles. —Martina sonrió.

—¿Cómo vas en tu conquista con ella?

—Si te soy sincero no llego a nada. Creo que estoy perdiendo mi encanto.

—No lo creo. Desde que llegamos más de una te ha mirada de forma poco honrada como si fueras un tierno corderito, deberías cuidarte de que no te salte alguna piruja. —su primo rio y él mismo se dio cuenta como un grupo de muchachas los estuvieron mirando y se fueron sonrojadas en el momento que Cato las cachó mirándole.

Cuando Marcel llegó a la feria no perdió tiempo y buscó a su prometida. Martina dejó  a Cato a cargo de Albern para ir a pasear con su novio por un rato.

—Todos parecen disfrutar —dijo marcel para iniciar una conversación con su prometida que iba a su lado con su brazo entrelazado con el suyo.

—Cada año todos esperan la feria ya que es una forma de darles una distracción del trabajo a todos. Yo lo disfruto mucho. —“incluso Albern se divertía” –pensó ella. Aunque algunos miraban de vez en cuando a su hermano todos los demás estaban más interesados en divertirse y entretenerse con los juegos, la comida y los premios. —¿Y tu padre piensa asistir?

—No.

—No me sorprende, pude suponer que la feria no sería de su agrado.

—Ustedes dos deberán resolver sus diferencias tarde o temprano.

—Mejor que sea tarde cuando ya estemos casados, así él me tendrá que aguantar siempre.

—Eres terrible Martina —dijo Marcel riendo.

Aunque ellos no lo notaran eran la pareja más vista en la feria.

ALBERN
Martina había ido con Marcel y lo dejó al cuidado de su primo Cato. Albern entre la gente distinguió la melena pelirroja, la niña no dudó saludarlo y él se escapó de la supervisión de su primo para correr junto a Emily.