Emilia pierde un instrumento muy preciado para ella, y busca en todos lados junto con sus amigos. ¡Qué sorpresa se llevaron al encontrarla!
••••••••••••••••••••••••••••••••••
Me llamo Emilia, nací en una ciudad bastante poblada. Tengo unos pocos amigos, sus nombres son Gonzalo, Victoria, Renata y Amanda.
Esta semana hemos estado todos muy emocionados, pues nos vamos a un campo de verano que organiza mi primo Jorge. Vamos a ir a una montaña que está bastante lejos de donde vivimos nosotros.
—¿Emilia, estás lista para el camp? –preguntó Gonzalo–.
—¡Sí! Estoy súper emocionada. No sé qué más llevar.
—¡Hola chicos!
—¡Hola Amy! –saludamos ambos–.
—¿Qué hacen?
—Yo estoy esperando a que lleguen Victoria y Renata, mientras Emi está terminando de empacar su maleta.
—¡¿Ya empacaron sus maletas?!
—¡Sí! ¿Tú no Amanda? –dije consternada–.
—¡No!
—Siempre haces las cosas al último minuto Amy.
—¡Ya no me digas nada Gonza!
Ah, estos dos. Siempre todas le hacen pelea a Gonzalo, soy la única que nunca va en su contra. Y Gonzalo siempre las ignora, es súper calmado.
Ya estaba a punto de terminar de empacar, solo faltaba mi brújula. Fui a mi escritorio para buscarla, pero oh sorpresa.
—¡Mi brújula! –grité–. ¡No está!
—¿Cómo que no está? En la mañana la vi, justo a lado de tu espejo.
—¡¿La viste, verdad Gonza?! ¡Pero ya no está!
—¿No la habrá agarrado tu hermano Jaime? –dijo Amanda mientras se pintaba las uñas–.
—No creo, no ha entrado a mi cuarto. De cualquier manera iré a preguntar.
Fui al cuarto de mi hermano pequeño, Jaime, pero él no estaba ahí.
Salí al patio para ver si ahí estaba, y definitivamente, estaba jugando con Zaly, nuestra perra, en la piscina.
—¡Jaime! ¿Has visto mi brújula?
—¿Hablas de la café que te regaló papá?
—¡Sí!
—No, no la agarré. La ví en la sala, antes de ir a comer.
Fui corriendo a la sala, para buscarla. ¡Pero no estaba ahí! Después de un rato Renata llegó, y Gonzalo y Amanda bajaron.
—¡Hola Remi! –saludó Gonzalo–.
—¡Hola Gono!
—¡Ah, hola Renata! –dijo Amanda–.
—Hola Amy. ¿Qué está haciendo Emi?
—¡No encuentro mi brújula! ¡La estoy buscando! –respondí desesperada–.
—¿Jaime no la usó? –preguntó Gonzalo empezando a buscar conmigo–.
—¡No! Pero dijo que la vió aquí, antes de venir a comer.
—Eso es raro, antes de venir a comer estoy seguro de que yo la vi en tu escritorio.
—¡Exacto! La había dejado ahí para guardarla justo antes de cerrar la maleta.
—¡Lo siento chicos, no los puedo ayudar a buscar! –justificó Amanda–. Mis uñas aún no están completamente secas.
—Yo los puedo ayudar, solo díganme cómo es.
—Es una brújula, un poco más pequeña que la palma de mi mano, color café.
—Bien, iré a la cocina a buscarla ahí.
Gonzalo, Renata y yo la seguimos buscando por una hora entera, y la brújula no aparecía. Jaime entró después de unos minutos más, preguntando que si la habíamos encontrado. Obviamente le dijimos que no, y también comenzó a ayudarnos.
—Esto es extraño Emilia, estoy seguro que la vi justo aquí antes de venir a comer.
—¿Seguro que era la brújula de Emi? –preguntó Gonzalo–. Yo estoy seguro de que la vi en su escritorio.
—¡No puede ser! Era la brújula de Emilia, estoy seguro.
—Quizá, cuando Gonzalo salió de la habitación de Emi, seguía en el escritorio, pero después, alguien o algo la movió a la sala, justo cuando Jaime vino de su cuarto, y por eso la vió en la sala –supuso Renata–.
—¡HOLA CHICOOOS! –dijo Victoria al llegar–. ¿Cómo estáaaan estos tesoritos?
—¡Vicky! ¡Mi brújula desapareció!
—¡AY NONONO ME DIGAAAAS!
—Llevamos horas buscando y no aparece –explicó Gonzalo tirándose en un sillón–.
—¡Alto! ¿No es una que es circular, así medianita? –preguntó Vicky señalando la palma de su mano–.
—¡Sí! –respondí–.
—¿De color café?
—¡Sí! –exclamaron todos–.
—Aahh, sí, ya sé cual es.
—¿Y?
—¿Y qué?
—¿No la has visto? –preguntó Jaime–.
—Ah, pues sí, obvio. Emilia siempre la tiene consigo.
—¡No Victoria!
—¿No qué?
—¿No la has visto en este momento?
—Pues... No, que yo recuerde. ¿O sí? Ash, en este momento tengo un recuerdo en mi cabeza pero no sé si es un recuerdo o mi imaginación.
—¿Cuál recuerdo? –pregunté esperanzada–.
—Siento que la vi en el patio de entrada...
Salí corriendo al patio a buscarla, y no aparecía. Supuse que había sido un recuerdo imaginario de Vicky. Entré a la casa, algo desanimada, y justo en la entrada Victoria y Jaime salieron corriendo al patio principal.
—¿A dónde van? –pregunté–.
—¡Ya sé dónde está tu brújula! –exclamó Jaime–.
—¡¿En serio?! –respondí siguiéndolos–.
Llegaron a un rincón del patio, en dónde había muchísimos juguetes, huesos, y cosas extrañas "medio escondidas". Jaime se agachó y comenzó a buscar entre todo eso.
—¡Aquí está! ¡Tu brújula!
—¡Mi brújula! ¿Cómo supiste que estaba aquí? –pregunté limpiándola con las manos–.
—¡Solo piénsalo! Primero Gonzalo la vio en tu cuarto, luego yo la vi en la sala, y después Vicky la vió aquí en el patio! ¡Fue Zaly! Siempre le gusta coleccionar cosas, aunque no sean suyas.
—¡Jaime! ¡Eres todo un genio!
—Gracias, lo sé.
•
•
•¡Una historia más! Espero que hayan disfrutado leerla.
¡Los quiero!
~Katana
![](https://img.wattpad.com/cover/270589533-288-k548628.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Treinta hisotrias para pasar el rato
RandomAtrévete a sumergirte en otro mundo por un momento, déjate llevar por las emociones y anécdotas de estos personajes, quienes te contaran una pequeña parte de su vida. 30 relatos, 30 micro-historias, 30 One-shots, como le quieras decir. Aquí, vas a e...