—¡Es que ella es... Todo!
—Oh hijo mío, ¿Quién imaginaría que te enamorarías tanto de ella?
—¡Papá! ¿Qué voy a hacer?
—Tienes mi permiso hijo, pero, ¿Estás listo para eso?
—Estoy listo.«Me siento tan nervioso. ¿Cómo le voy a decir eso a sus padres? Me están sudando las manos. No puedo pensar en nada».
—Bunas tardes señor.
—¡Diego! Ya te he dicho que no me llames así, ¡Eres como un hijo para nosotros!
—Lo siento, lo siento.
—Adelante muchacho. ¿Buscas a Valeria? Hmm, creo que salió...
—No, en realidad quería hablar con ustedes.
—¿Con nosotros?
—Sí, con ustedes.
—Bueno, te escuchamos. Déjame hablarle a Lucía.
—Claro, esperaré en la sala.
—Estás en tu casa.«¿Qué debería decir? Yo... Estoy enamorado de su hija. ¿Suena muy superficial? Me gustaría ser el compañero de su hija... Siento que falta algo...»
—¡Diego! ¿Cómo estás mijo?
—Muy bien, gracias. ¿Y usted señora Lucía?
—Bien bien, gracias a Dios.
—¿De que querías hablar con nosotros muchacho?
—Mire señor... No sé cómo empezar. Tampoco se cómo decirlo. Pero... Trataré de ser claro y sincero.
—(?)
—(!)
—Ustedes saben que... desde hace un tiempo su hija llamó mi atención. Y... me gustaría poder, tener la... oportunidad de, poder... En otras palabras, vengo a pedir la mano de su hija. Me gustaría poder ser la persona que cuide de ella el resto de su vida, ser su compañero de vida.
—¡Ay Dieguito! Ya te habías tardado mijo.
—¿Y luego qué? ¿Quieres que te entregue a mi hija? ¿Y la vas a cuidar? Le vas a dar de comer, una casa, tener un carro, dedicarle tiempo.
—Ustedes saben que no me tomo este tipo de cosas a la ligera, y antes de hablar con su hija me pareció adecuado venir a pedir su permiso. Saben también que conseguí un trabajo hace ya vario tiempo, tengo algunas casas en la mira y conseguí mi propio carro. Si ustedes piensan que es necesario que espere más tiempo, estoy dispuesto a esperar lo que sea. Si creen que necesito mejorar en algún área de mi vida, haré mi mejor esfuerzo y daré todo lo posible para mejorar cualquier área de mi vida. Estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por Valeria.
«No salió tan mal como esperaba. Creí que batallaría más. Me sigo sintiendo nervioso. Uuff, ahora solo falta pensar cómo le voy a proponer».
—¡Hola pa'!
—¿Cómo estás mijo?
—Sentí que me iba a desmayar de los nervios. Pero, como me dijiste, ellos me conocen y me dieron el permiso.
—Yo sabía. Para esto te crié toda tu vida, para que tuvieras valores.
—Papá, ¿Cómo le propusiste a mamá?
—En una fiesta sorpresa de su hermana, ella y yo habíamos planeado las cosas con mucho tiempo de anticipación. Le traje serenata, un ramo de flores, y luego le propuse matrimonio.
—No. Eso no funcionaría con Vale.
—Eso depende completamente de tí mijito, tu la conoces a ella. Tú sabrás cómo le gustaría a ella.«¿Debería de invitarla a salir? Obviamente, pero, ¿Cómo? ¿En dónde? Le gusta ver películas, podría llevarla al cine y luego ir a un lugar... como un parque, que no haya mucha gente. Sí, sí, eso».
Hola! ⊂((・▽・))⊃
Hola! (・–・) \(・◡・)/
Tienes planes mañana?
Creo que no, tengo que dejar un pedido, pero después de eso no tengo nada que hacer 🙃
Ah...
¿Por qué?
Es que tengo ganas de salir a despejarme.
Hay una película que quiero ir a ver al cine
¿Vamos a verla 🥺?Me parece súper.
¿Nos vemos en tu casa?Siii
✨😝«Nunca me había sentido tan nervioso. Ni siquiera pude dormir anoche. Me da una cosa llegar a su casa, le dije que la llevaría a entregar el pedido pero no puedo si quiera dar el último paso para tocar la puerta».
—¡Diego! ¡Me asustaste!
—Ah, hola Lucí.
—¿Qué andas haciendo afuera de la casa tan serio?
—Ah, acabo de llegar. Justo iba a tocar la puerta.
—Hmm... Te ves nervioso. Bueno, no me puedo quedar, voy de salida.
—¿A dónde va?
—De compras con unas amigas de uuff, del año del caldo.
—Ah, que bien. Pues no la detengo, que le vaya muy bien.
—¡Gracias mijo! ¡Nos vemos! Ahí pásale, Valeria debe de estar en su cuarto.
—Sí, gracias.«Eso me sorprendió. Okay, ya estoy aquí, no hay vuelta atrás».
Yo todos los días:
Jajaja, literal.
¡Hey! Estoy en la sala de tu casa.
Ah, voy para allá
Déjame ponerme los zapatos xD«No puedo tranquilizarme»
—¡Holis Diego!
—¿Cómo estás?
—Bien. ¡Ya quiero ir a ver la película!
—¡Ya sé! Vamos a dejar el pedido para poder ir.
—Si si, vámonos.«Uff, sigo pensando en cómo se lo voy a decir».
—La película fue fantástica, ¿Qué te pareció a tí?
—Sí, la verdad es que estuvo increíble. Los efectos de sonido, los personajes, la historia, todo.
—Sí. Oye, ¿Vamos al parque de la rotonda?
—Hmm... bueno...«Ah, ya está más cerca el momento. El viento entre su cabello hace que me sienta más nervioso aún».
—¿Para que querías venir?
—Emm... Ah, estoy nervioso.
—Sí, me di cuenta desde que llegaste a mi casa. ¿Qué pasó? Ya dime.
—Valeria... Cásate conmigo.
—... ¿Es una broma?
—No. ¿Serías mi esposa?
—¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Diego no juegues!
—¡Valeria!
—¡Sí, acepto, acepto, acepto!«Después de todo no fue tan mal. Ahora me siento la persona más feliz del mundo. Amo a Valeria tal y como es, y daría cualquier cosa por ella».
•
•
•Escribí algo un poco diferente a lo que usualmente escribo, pero me gustó el décimo reto. ¿Qué les pareció?
La verdad no sé cómo se me ocurrió esta historia con la palabra de hoy, "El viento entre". Ni siquiera la usé mucho, pero así pasó todo.
¡Los quiero a todos!
~Katana
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Treinta hisotrias para pasar el rato
RandomAtrévete a sumergirte en otro mundo por un momento, déjate llevar por las emociones y anécdotas de estos personajes, quienes te contaran una pequeña parte de su vida. 30 relatos, 30 micro-historias, 30 One-shots, como le quieras decir. Aquí, vas a e...