Para esa persona que "existió", feliz cumpleaños (906 palabras)

18 1 2
                                    

Sí, no he muerto, sobreviviré. Apestarse debido a dejar por alto individuos enfermos, quienes tosen descaradamente, termina siendo chistoso. Dejaba de serlo si no volvía luego de la página anterior. 

Como sea, empecemos... 

Nunca imaginé que las amistades hechas en esta página fuesen a durar tan poco antes de que no dejen ni un rastro. No me afectó que fuera fugaz, sin remordimientos. Pero cuando solía ser duradero, dolía en un rincón de mi consciencia. En una obsesión por dejarles satisfechos quise dedicarles algo, en un afán de inmortalizar el regalo se resguardaría en este sitio decadente, en un contacto que alguna vez significó algo para mí... no quedaba nada.

Te recuerdo carente de motivación, con una condición delicada que no supiste explicar, respondiéndome cada que preguntase que tu día era espantoso. La confianza en charlar parecía clara en ti. Es que, pudiste haberte abstenido, llegando a ser cortante, pero seguiste saludándome cada que podías. Querías conversar y no te dediqué el tiempo de chatear por las adversidades que cruzábamos. 

Sinceramente fue bueno no saber más el uno del otro. Repasando los temas que antes teníamos para dialogar, los considero muy personales, tocando a íntimos. Son cosas raras de su tiempo y pienso que hubiésemos podido entendernos mejor si supiésemos en su momento qué eran nuestros gustos. Me percato de la personalidad que desarrollaste con el tiempo, pasando de desmotivada a... confiada, y me doy cuenta de que algo pude haber hecho para impresionarte. 

Quisiera haberte demostrado que no era tan plano en alegría. Creo que aparentaba ser otra persona frente a ti y no estaba siendo yo. 

Cuando volviste más realizada, lo sentí y me alegró mucho por ti. Te abriste en algunas cosas, haciéndome creer que ya no necesitabas un apoyo, una comprensión. Escribiste tus primeras novelas y quise darte un empuje apoyándote, pero como siempre, estas circunstancias de lectores actuales y casuales termina por opacar buenos proyectos. 

Los desamores se habían vuelto un chisme con el que exprimir risas, aunque los míos sí me dolían (no puedo entender cómo eras tan cruda para que no te afectasen). Las anécdotas eran menos discretas y querías contarme tu día. Es que... saber que estabas revitalizada me hizo sentirme bien conmigo mismo en aquel momento. 

¿Qué pasaba conmigo hasta este entonces? Si te soy sincero, este libro celosamente oculto en indiferencia demuestra todo lo que paso. Sobrellevo un despropósito que debo llenar con responsabilidades porque, duh, crecer es parte de eso cuando debes prepararte para depender de ti mismo. Espero que lo experimentes con el éxito necesario, cuando te confieso que yo no lo pasé y ni lo paso bien. 

Bueno, ¿cómo estoy consciente de que no ha vuelto y no va a volver esta persona? Bastó con echarle un ojo a su cuenta. Si medios enfermizos como el tablón de noticias o las detalladas actividades que solía listar la plataforma no fueran borrados, la investigación no sería tan rebuscada. Pero lo vi. Desde octubre del año anterior dejó todo por alguna razón que desconozco. 

Se había vuelto devastador cuando lo entendía. Se sintió como una incapacidad para comprender la situación, como si no me lo creyera. De todos los que podrían haberse desvanecido, tú lo hiciste. Ahí abarco el impacto que debe de ser ya que, a diferencia de las amistades venideras y de corto tiempo, esto había durado casi 3 años. Esos años de cambios y de avances personales tirados por el caño me remontaron a tiempos de recaídas, y duele. 

Entonces me topo con estas dos personas que se responden en su tablero, intercambiando datos porque la segunda está dispuesta a contar lo que fue de ella... No me gustó nada lo que aparentaban, aunque se trate de su círculo interno, era desagradable. Y tampoco puedo terminar con la duda y consultarlo porque... no me incumbe. 

¿Y saben qué? Me alivia de todos modos... 

Como dije, es bueno que no hayamos sabido nada el uno del otro. Que no me haya enterado de nada hasta verificarlo fue algo correcto. De sus cuestiones personales, de sus problemáticas, de sus opiniones, todo eso no me incumbía. No me lo permitiría porque lo consideraría invasivo. 

Dedicarte esos retratos fueron un buen momento que valorar, podré estar todavía aquí a espera de muchos otros al igual que tú. Es algo que me prometo para compensar esta repentina despedida a la que no le pudiste dedicar ni un minuto. Eso es lo que siempre pienso y espero que haya pasado. 

Aún así, entendiendo que nada es para siempre, no puedo evitar pensar que pude haberlo hecho mejor. Cuando debo actuar radical en pensar sólo en mí, siento que le hago daño a una amistad que pudo haberse conservado. La sensación de abandono me deja expectante de las posibilidades. Considerando que soy alguien evolucionando como persona, eso me hace evaluar mis acciones pasadas. 

Entonces la recuerdo. Recuerdo a una chica que quiso hablar con alguien, tomándose el tiempo en saludarme sin falta. Pese a que toda conversación terminaba en un visto por la obsoleta mensajería de esta página, se nota que ella habrá querido decir algo, pero... 

Se fue sin decirlo. 


Te deseo un feliz cumpleaños, como también lo mejor al igual que todos aquellos que guardo en mi corazón... sólo por sentir vigente la influencia, la confianza de que jamás olvidaré esta fecha y siempre la tendré en cuenta. 

Cuídate y sé fuerte durante estos tiempos de tormento. 

Little Dedseb's Shitty IntrospectionWhere stories live. Discover now