1. El encuentro

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Alan realmente estaba devastado, terminó de leer un libro del cual se enamoró, pero su final mató ese sentimiento.

-Fue realmente asqueroso madre- dice mientras desayuna con su madre, ella solo puede mirarlo.

-Deberías relajarte Al- dice ella, Alan siente que le dice dramático.

Alan termina rápidamente su desayuno, se despide de su madre y se va rumbo a la casa de su mejor amigo, Esteban, quedaron de verse allí e ir juntos a la biblioteca. Prácticamente Alan lo chantajeo, le dijo que si lo acompañaba jugarían toda la tarde.

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- ¡Por fin llegas! - Dice Esteban que estaba sentado en la acera de su casa.

-No exageres, me demoré porque no podía desayunar concentrado luego de haber perdido tanto tiempo en un libro que no valió la pena- Alan luce muy decepcionado, Esteban lo nota y solo se ríe.

Alan lo abraza y saluda a la Sra. Sofía, la madre de su mejor amigo.

Caminan rumbo a la biblioteca, la cual como siempre, está vacía. Entran, saludan a el señor Roster, el bibliotecario. Alan entrega el libro del cual se arrepiente haber leído y les da una mirada a otros.

-Este ya, este igual, este también, un momento, oh no, este ya...- Alan no encuentra un nuevo libro.

-Jesús santo, no puedo creer que te hayas leído tantos libros; no entiendo cómo me hice amigo del nerd del pueblo- Esteban mira sorprendido y entre risas a su mejor amigo.

-En primer lugar; no soy ningún nerd- dice Alan poniendo los ojos en blanco. -Y, en segundo lugar- respira. -no son tantos libros, son muy pocos, aunque realmente acabaré con la biblioteca a finales del mes siguiente si sigo leyendo así- admite.

-Al menos eres sincero- su mejor amigo lo mira con una sonrisa en su cara.

-Sé que prometí acompañarte, pero, ¿Podría ir a comprar bebidas?, estoy muerto de sed- Esteban pone su típica cara de perrito para convencer a Alan. Él sólo deja salir un suspiro y dice que está bien.

Esteban sale de la biblioteca como si fuera un infierno.

Alan está tan concentrado en los libros, que casi no nota la presencia de una bella chica que está leyendo en un rincón; realmente se extraña de ver a alguien más que a él, en la biblioteca.

Su curiosidad no aguanta así que decide ir a ver quién es, pero antes de hacerlo alguien lo detiene.

-Es mía Masson, hija de los señores Masson; no es la primera vez que viene, lleva un mes viniendo todos los días, sinceramente pensé que estabas ciego al no notar su presencia- el señor Roster toma aire- -viene desde que su esposo, el señor Raymond murió, realmente es un misterio como murió, y más porque solo llevaban 9 meses casados- termina de decir el bibliotecario.

-Wow, es increíble que apenas la noté, es realmente linda, y encima lee, pensé que solo existían ese tipo de chicas fuera de la ciudad- dice Alan sorprendido. -Espere un momento, ¿dijo esposo?, es viuda? - Dice Alan dándose cuenta de lo que el bibliotecario dijo.

-Así es- -confirma el bibliotecario- -con tan solo 20 años es viuda, tuvo una boda pequeña y con pocos invitados, nadie, excepto las familias importantes del pueblo, sabían de esto- termina de decir.

-Es increíble, viuda a los 20, wow, que peculiar, la chica se ve normal, no creo que le haya afectado la muerte de su, ehmm, ex esposo- -dice Alan luego de escuchar al señor Roster- -y dice usted que es un misterio la muerte de su, ya sabe- -el viejo bibliotecario solo asiente- -perfecto, es perfecto, misterio en la vida real siempre quise esto- es lo último que dice Alan antes de ir a saludar aquella chica.

-Hola, escuché que no es la primera vez que vienes- dice Alan coqueteando.

-Así es, yo igual escuché algo- dice la chica.

-Ah sí?, y que escuchaste- pregunta ansioso el chico.

-Que eres un entrometido y ciego chico- dice la chica cerrando su libro y yéndose del lugar.

Alan queda realmente tieso luego de ver esa confesión tan directa de aquella chica. Mira a la salida y ve a su mejor amigo entrar, luce algo sorprendido, pero Alan cree a que se puede deber esa sorpresa en cara.

-Esa era Mía Mas-

-Sí- interrumpe Alan, confirmando que a eso se debía la cara de su mejor amigo.

La historia de Alan ValverdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora