Atardecer ;; VII

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HOLA le agradezco a mis amigos del grupo de genshin que no tienen idea de que les pedí que me inspiraran para escribir KaeLuc, mwah!~

Espero poder capturar los sentimientos y el romance adecuadamente:')
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Ya eran las 7:00 PM.

Kaeya se encontraba apoyado en la barandilla del balcón de la mansión en el Viñedo del Amanecer, lentamente bebiendo la copa de vino en su mano, mientras observaba el paisaje. El río cerca de este, las viñas rebosantes de uva, y el sol cayendo en el horizonte, pintando el cielo de hermosos tonos cálidos.

Era perfecto. O bueno, casi lo era. Faltaba su rayo de sol.

Diluc le dijo que estaba ocupado, que tenía mucho trabajo aún respecto al viñedo, y que lo sentía por no poder acompañarle en esos momentos.

Miró hacia el cielo rojizo, viendo que aún faltaba un rato para que se pusiera totalmente.

Tal vez... si lograba convencer a Diluc de que lo acompañará, aún que fuera por un minuto, estaría bien.

Dejó la copa de vino en la bardilla del balcón y volvió adentro rápidamente, tocando en la puerta de la oficina y abriendola ansiosamente.

El pelirrojo aún estaba trabajando. Hojeando papeles y más papeles, llenando formularios y firmando contratos. Se veía tan cansado, y apenas notó cuando Kaeya abrió la puerta.

—Diluc.

Este se sobresaltó un poco, y dirigió su atención a la voz.

—¿Mhm? ¿Necesitas algo, Kae?

—Ven conmigo...

—Sabes que estoy ocupado, Kaeya... Lo siento.

El moreno negó con la cabeza y no hizo caso alguno de las palabras del contrario. Se acercó a él, le dió un tierno beso y aprovecho para cargarle fuera de su asiento y llevarlo al balcón con él.

Una vez que puso al pelirrojo en el suelo, este se empezó a quejar, y fue callado con otro beso.

—Diluc... Deberías tomar un descanso, mira.

Al decir ésto, Kaeya tomó la mano de su esposo y las pasó por su cintura.

El sol estaba justo asomándose en el horizonte de las montañas, y la luz cálida que este emitía daba un ambiente tranquilo y romántico.

Sintió como el abrazo de Diluc se apretó un poco al rededor de él, asegurándose de que estuvieran lo más cerca posible, y sintió también labios sobre su mejilla.

Kaeya se recargó hacia atrás en el pecho de Diluc y también besó su mejilla, y luego sus labios.

—Sabes que te amo y entiendo que estés ocupado. Pero por favor, quédate un rato más.

No escuchó respuesta y eso le desánimo por un segundo, y cuando el pelirrojo besó su cabello y luego su cara le regresó la esperanza.

Ahora sí era perfecto.

Bañados por la luz anaranjada del sol mientras disfrutaban del contacto físico que el abrazo les proporcionaba, la cercanía tanto física como emocional, y la seguridad de ser amado.

El silencio no era incómodo, sino todo lo contrario. Era pacífico, tranquilo, y les hacía sentir que se derretían en los brazos del otro, a pesar de que el clima no era cálido del todo.

Y cualquiera que los viera describiría una escena de las más románticas, inyectandolo también en la atmósfera y plagando el aire. Un atardecer en el balcón del viñedo ya sonaba romántico por si solo, y le calentaba el corazón a cualquiera, ahora vivido, era mucho mejor.

Sus manos entrelazadas, la cercanía entre ambos y el cielo teñido de rojo y azul oscuro que daba una hermosa calma hacían de todo un atardecer perfecto. Siempre que estuvieran juntos lo sería.

Kaeya restregó sus labios contra la mejilla de Diluc suavemente, un pequeño acto de amor, que fue regresado con un apretón en sus manos y un beso gentil.

KLucKae ;; Mini FanficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora