— Se terminó el tiempo, pasen las hojas de atrás hacia delante y el que no entregue se le anula la evaluación.
— Este examen estuvo sencillo, no hay manera de que haya fallado alguna opción. Jejejee...
— Ecta ¿Qué resultado te dió la última pregunta?
— Uhmm... creo que la equis era diez y el resultado era diez también.
— Huh... ¿Podrías explicarme en el recreo de nuevo? Supongo que volví a reprobar matemáticas...
— Hmmm... Puedo explicarte en la tarde sin problema.
— Ahh ¡Muchas gracias!
La preadolescente de cabello castaño oscuro se gira en su puesto de vuelta para organizar su pupitre, después de su segura victoria en el examen, espera con una sonrisa la campana del recreo.
Ecta, a pesar de que ha tenido un par de meses bastante turbulentos con lo que respecta a sus sentimientos, no ha dejado de insistir en el estudio, no porque su padre la obligue o porque su tradición lo dicte, sino es una prueba de sí misma que tiene planeado en su futuro de demostrar que el apellido Avsil1 puede recobrar su valor como en sus anteriores generaciones.
Suena el timbre para el recreo, Ecta por inercia se levanta del puesto sin prisa, se asegura que lleva dinero en el bolsillo de su jardinera y se dirige a paso apresurado a la minitienda del colegio.
Siempre que comienza el recreo para ella son los mejores minutos de la jornada, a parte de su clase favorita que es Inglés, única clase que les permite a los estudiantes de otros cursos conocerse por el nivel que manejan sin importar grados. Es decir, los estudiantes de nivel A1, van a un salón distinto al que comparten diariamente, con chicos que son de último año o menores del mismo nivel.
Al ser una de las primeras en llegar, compra rápidamente su merienda y se dispone a buscar alguna banca de la zona de los grados de último año. Allí se establecen como si fueran una manada, como si se sintieran desentendidos de los demás.
Los compañeros de su clase, prefieren el patio central, ella era la única que se sentaba con los mayores. Le gustaba por alguna razón la compañía de su amiga Evastian y alegados, la misma con la que ha compartido en su clase de Inglés desde hace ya un año y a su vez, es su dúo en algunos videojuegos.
Ecta antes de darle un mordisco a su croissant, es cegada por un par de manos que vienen desde atrás.
— ¡A-h! ¿Quién es?—. Intenta sacudir la cabeza.
Al no recibir respuesta, suelta su celular y agarra una de las manos que no le permitían ver, al palpar la contextura de la misma, se relaja y dice riéndose más relajada.
— ¿Izeth?
Al decir el nombre clave, es liberada de las ásperas manos del aludido. Como primer plano ella visualiza la imagen del mayor desde arriba con una cara juguetona.
— ¿Por qué te sientas aquí? Te he dicho que hay mucha gente...—. Comenta el chico de cabello teñido y notablemente largo atado en una coleta alta, mientras se sienta al lado de Ecta, tomando un sorbo de su botella de refresco.
— Quería esperarte—. Dice sin darse cuenta que sus mejillas se tornan ligeramente rosa cada vez que lo ve.
— Sabes dónde me gusta estar los jueves, podías esperarme allí.— Sugiere Izeth mientras toma la marcha disimuladamente al lugar.
— Si, no sé, tienes razón... Es que no has venido como por dos días...
— El mismo problema de siempre —. Dice apresurando la marcha.
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RED | PASADO: ¿En serio?
Novela JuvenilE: -No sé qué somos o qué haremos en este punto, sólo sé que no volveré a sentir esto otra vez. Alerta de contenido NSFW +18 Tramo de historia que data a finales de la línea PASADO del comic RED.