PEQUEÑO CHANTAJE🔥 Capítulo 9

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Clarice comenzó a hacerme una lenta paja, subiendo y bajando la mano con suavidad, sin prisas. Y eso me encantaba.

— Oh, sí. Lo estás haciendo muy bien.

Comenté entre jadeos.

Mi hermana me miró aun con cierta reticencia, pero tenía ya bien claro que no le quedaba otra alternativa. Siguió pajeándome, bajando su manita por mi polla y llevándome al placer más increíble que jamás había sentido. Continuó así hasta que le dije que hiciera algo más.

— Dale un besito a la punta.

Dije gimiendo.

No dudó un segundo. Bajó la mano, revelando el glande al bajar el pellejo del prepucio y plantó sus preciosos labios sobre este. Sentir aquella humedad me hizo estremecer de pies a cabeza. Clarice fue dando suaves besitos y no tardó en sacar su mojada lengua y pasarla por la dura punta.

— ¡Joder!

Exclamé mientras me sentía muy agitado.

Aquella correosa lengua bajó por todo el tronco de mi polla para luego volver arriba y con la boca, engulló la cabezota de la polla. La tuvo dentro por un momento, dejando que sintiera sus dientecitos clavándose en la tierna carne y la cálida saliva mojándola para luego, sacarla. Se la restregó por su rostro, dejando pequeños regueros de líquido preseminal por sus mejillas. Dejé escapar una fuerte bocanada de aire y miré tenso a Clarice.

— Chica, ¡qué bien la chupas!

Dije muy exaltado.

— Debes de habérselo hecho a muchos chicos.

— Qué va.

Comentó con sorpresa Clarice.

— No te creas. No han sido muchos.

Aquello me pilló desprevenido. ¿Pero si mis colegas decían que si? ¿Acaso me estaban mintiendo? ¿O era ella?

— ¿Pero tú que te crees? ¿Que yo me enrollo con el primero que encuentro o qué?

Sus ojos verdes se clavaron en los míos mientras me lamía la punta.

— Seguro que eso te lo han dicho tus amigotes, ¿verdad?

No tuve que decirle nada. Mi solo rostro bastaba para indicarle que estaba en lo cierto.

— A ti te dicen que yo me disfrazo de superheroína para luchar contra el crimen por la noche y te lo crees.

Dijo con un tono pícaro y juguetón.

A continuación, se tragó mi polla hasta un poco más de la mitad. El sentir esa cálida humedad envolviendo mi paquete me hizo temblar como si estuviera hecho de gelatina. Miré a mi hermana, quien comenzó a mover su cabeza de arriba abajo, haciendo un constante movimiento de vaivén mientras engullía mi barra en carne.

Clavaba mis ojos en los suyos. Veía como me pajeaba levemente mientras sus labios recorrían el tronco. Sentía su lengua enrollada alrededor de mi paquete. Me estremecí varias veces y moví mis caderas un poco, haciendo que mi polla se deslizara hasta casi rozar su garganta. Luego, la sacó y volvió a lamerla.

— Oye, no te la tragues tanto.

Le advertí.

— Si no, te vas a atragantar.

— No es tan grande.

Me dijo antes de volver a metérsela.

Qué raro. Yo siempre había creído que tenía un buen tamaño de polla, pero esas palabras me dejaron algo tocado. Pese a todo, no estaba yo para muchas divagaciones.

Continuara...

LAURA MARTÍNEZ ❤️

Pequeño Chantaje [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora