PEQUEÑO CHANTAJE 🔥 Capítulo Final

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PEQUEÑO CHANTAJE🔥 Capítulo 22

Me acerqué a ella y la hice sentar sobre la cama, no fuera a caerse de lo nerviosa que se estaba poniendo. Siempre se comporta de la misma manera, cuando algo malo le ocurre, pierde la cabeza y no hay modo de evitar que sufra un accidente.

— ¡Mierda!

Masculló entre lloriqueos.

— ¿De dónde se supone que voy a sacar todo ese dinero?

La abracé. No sé porque, pero era lo único que se me ocurría. Estuvo apoyada en mí, sintiendo mi desnudo cuerpo como yo el suyo y temblando por el miedo que la atenazaba. Mientras, yo cavilaba sobre qué hacer. Tenía una idea en mente que no me convencía demasiado. Pero notando lo inestable que se hallaba mi hermana, no tuve más remedio que recular y contárselo. Ya la había hecho pasar por demasiados disgustos para que ella sola se metiera en otros.

— Oye, si quieres, te puedo prestar dinero.

Me miró sorprendida ante esto.

— Acabo de cobrar y creo que tengo de sobra para cubrir lo que robaste.

— ¿Lo dices en serio?

Preguntó impactada.

Asentí como respuesta. Ella, al descubrir que la iba a ayudar, se abalanzó sobre mí y me abrazó con mucha fuerza. Pude sentir sus pechitos aplastándose contra mi torso con su fina y tibia piel rozándome.

— Gracias, gracias...

Me decía muy emocionada mientras me comía a besos.

— Te prometo que a partir de ahora me comportaré mejor.

Entonces, la detuve cuando escuché lo último que dijo.

— ¡Espera un momento!

Ella quedó sorprendida ante mi reacción.

— Eso de portarte bien y estudiar es un trato por lo de las fotos. Para esto, vas a tener que hacer otra cosa.

Clarice me miró poco convencida de lo que tramaba. Emitió un fuerte bufido cuando descubrió a que me refería.

— ¿En serio?

Me dijo mientras llevaba su mano hasta mi semi-flácido paquete.

— ¿No hay otra forma de solucionar este asunto?

— Si se te ocurre algo mejor.

Hablé resuelto, adivinando sus intenciones.

— Estoy abierto a cualquier propuesta.

— Ah, ¿sí?

Dijo picarona.

Me besó con fuerza mientras me hacía tumbarme sobre la cama. Ella se colocó encima, comenzando a acariciarme la polla con suavidad. Se detuvo un instante para volver a mirarme. Noté sus ojos más brillantes de la cuenta. Yo creo que a esta le gustaba.

— Págame ahora mismo y seré tuya para siempre.

Era evidente. Se había enamorado de mí.

En fin, iba a perder casi todo el sueldo de este mes. No saldría en bastante tiempo con mis amigos y mis oportunidades de ligar se reducirían de forma terrible. Pero no hay mal que por bien no venga. Mi hermana estudiaría, disminuiría sus incursiones nocturnas y se portaría mejor. Un sacrificio por el bien familiar y del cual tampoco es que pudiera quejarme. Ahora la iba tener a mi total disposición para lo que quisiera.

¡¿Que más se puede pedir?!

FIN💚.
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Créditos: Luis Febres.

Pequeño Chantaje [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora