CAPITULO 13

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Lucca estaba furioso justo se le ocurrió regresar a Alexander y debe estar muy enojado al encontrarlo haciendo lo que le prohibió, caminaba de aquí para allá preocupado de la reacción del jefe, ya lo conocía cuando no acataban sus órdenes, algunas veces había parado en el hospital

—Maldita sea que vino antes de lo que dijo, me encontró tratando de besarla mierda, ¿Qué hago ahora? Carajo

Mientras Alexander le pidió a Mijail que le espere con Rubí un momento allí en el camerino, salio hizo una llamada en unos minutos llegaron en un furgón negro unos hombres encapuchados que entraron y fueron directo al despacho del jefe, allí estaba Alexander furioso por lo que hizo Lucca, hablo con ellos que se miraron entre si y asintieron con la cabeza en silencio fueron todos al cubículo donde estaba Lucca

La puerta se abrió entro un Alexander furioso, lo arrincono contra la pared diciendo

—Te advertí que no la tocaras, con razón presentía algo por eso regresé antes, esto me la pagas, agárrenlo

Los hombres encapuchados lo agarraron lo pusieron de espaldas y Alexander saco de la espalda un látigo de los que se usan para los caballos, lo golpeo algunas veces con eso, Lucca gritaba del dolor, su espalda se tiño de rojo por la sangre que salía de sus heridas, hasta que ya no soporto más y se desmayo

—Llévenlo a la clínica y lo vigilan, me informan de cualquier novedad, Él no sale de allí hasta que yo lo ordene

Lo cargaron entre dos, Lucca iba todo ensangrentado, la sangre había ensuciado la alfombra, llamo a dos mujeres de la limpieza y ordeno que sacaran la alfombra la lavaran y pusieran otra, les dio dinero y salio de allí

Fue a la pista para hablar con Noelia de que Rubí ya no iba a bailar allí y que ponga a otras en vez de ella, le dio dinero mucho dinero por cuidar de Rubí, dijo que la dejaría a cargo porque Lucca estaba un poco indispuesto a lo que ella acepto

Fue donde estaba Rubí y Mijail, salieron y se fueron a la mansión, en el auto Alexander iba atrás con Rubí la tenía abrazada, Mijail iba mirándolos con un poquitín de celos, pero decidió esperar para ver qué mismo pasaba, en eso si Él tenia paciencia para esperar cualquier cosa

Cuando llegaron a la mansión Rubí recordó cuando los llevo a esa mansión y dijo feliz

—Me acuerdo cuando lo trajimos aquí, es hermosa su casa

—Sabes Rubí, debí ayudarte en ese tiempo a lo mejor no hubieras perdido a tus padres, lo siento mucho, Lucca maneja estas cosas ilícitas y pues tiene tratos con esos mercenarios, secuestradores, antes era igual, pero aquí mi gran amigo me ayudo a cambiar mi manera de ser

Mijail escucho que se refirió a Él como su gran amigo y solo sonrió, Alexander le dio la mano a Rubí, subieron las escaleras ella iba embelesada sorprendida en toda su humilde vida jamas había visto tanto lujo, al llegar arriba, siguieron caminando por el pasillo abrió una puerta primero y dijo

—Esta es mi habitación Rubí o ¿quieres que te diga Jessa? —ella sonrió y comento

—Jessa mejor, es lindo esto parece de cuentos de hadas —Él la miraba en su inocencia salieron de allí y caminaron a otra habitación la abrió y comento

—Esta es tuya Jessa entra aquí está el closet para poner tu ropa, la televisión con canales pagados, un balcón para que admires el paisaje, tu cama con sabanas de seda, esto es tuyo solo para ti

Jessa caminaba alrededor observando todo, tocando todo, parecía una chiquilla la misma que conoció y pregunto

—Señor Alexander ¿en verdad todo esto es mío? Puedo disponer de todo esto

Alexander se carcajeo diciendo —Esto no es nada de lo que verdaderamente te mereces, mañana vamos a comprarte ropa, por ahora te presto uno de mis pijamas para que duermas, vamos para dártela

Salieron de nuevo fueron a la habitación de Alexander, allí estaba ya Mijail acomodando más ropa cuando los vio entrar y dijo

—¿Ya conociste tu habitación mi niña? —Ella contesto muy emocionada

—Si es hermosa parece la habitación de la bella durmiente —a lo que Mijail se carcajeo al darse cuenta de que todavía es muy inocente y no se dá cuenta de la magnitud de la suerte que tiene

—Mijail ¿puedes darle uno de mis pijamas para que duerma hoy?, mañana vamos a comprarle ropa

Saco del closet un pijama, lo recibió Jessa al olerlo le encanto ese aroma embriagante del dueño del pijama, lo agarro sosteniéndolo, mientras observaba al amigo de Alexander que situaba la ropa de Él y la de Alexander en el mismo cuarto

Pensaba para sus adentros que era algo raro, dos hombres durmiendo en la misma cama a lo que Alexander se dio cuenta, la llamo

—Jessa ven un momento salgamos al balcón— ella fue rauda junto a Él

—Quería decirte que...Mijail y yo somos nada más que amigos, pero ya me dijo que me ama y estoy tratando de ver si yo le correspondo, pero es duro hemos sido amigos desde niños, te digo esto es para que no te extrañe si se pone muy cariñoso conmigo, a mi me gustan las mujeres, estoy experimentando

Jessa lo observaba divertido y serena y dijo

—Yo no critico a las personas señor Alexander, además es su vida no tengo ningún derecho de criticarlo, solo de agradecerle que evito que me pasara algo malo y también lo del Ballet, gracias mil gracias

Alexander estaba tranquilo la chiquilla era muy objetiva, la observo y comento

—Vamos a bañarnos todos y nos encontramos abajo en el comedor para cenar

Jessa se fue a su habitación cerró la puerta, se sacó la ropa y desnuda paseo por la habitación dando saltos feliz , entro a bañarse cuando abrió la llave y le cayo agua fría muy helada que grito tan fuerte que tocaron a la puerta diciendo

—¿Estas bien? ¿qué paso Jessa? —Era Alexander que se alerto con semejante grito a lo ella contesto

—Abrí la llave y me cayó agua muy helada —Al escucharla se rio Alexander y dijo

—Abre de a poco la llave de la derecha es agua caliente y vas abriendo la otra hasta dejar a la temperatura que desees, me asusté pensé que te caíste o algo

—Solo fue eso, gracias —Se escucho los pasos regresando a la habitación de al lado

Se bañó con todo lo que encontró allí, shampoo, acondicionador, jabon bien perfumado que debe ser muy caro, se secó con una toalla muy grande y blanca que olía riquísimo, se vistió, se observó en el espejo, le quedaba muy grande pero igual se la puso

Cuando estuvo lista bajo la escalera se escuchaban murmullos de voces masculinas, eran los dos hombres y Mijail estaba sirviendo la cena, ambos estaban solo con el pantalón del pijama y descubiertos sus torsos a lo que Jessa observo a Alexander, su cuerpo tonificado, unos abdominales de locura y esos cuadritos bellos, sus hombros anchos, nunca le había llamado la atención el cuerpo de Él

Pero en ese momento si no cerraba la boca la saliva se habría escurrido por la comisura de sus labios y Alexander se dio cuenta pero supo disimular, la veía como la chiquilla que lo ayudo nada más

Cenaron entre risas los tres, Mijail era muy bueno para contar chistes, para Jessa esa vida era hermosa, no ser mirada como solo objeto sexual, sino como amiga, como protegida por ellos, se sentía tan bien, pero no podía disimular cuando su mirada cruzaba por el pecho descubierto de Alexander, Mijail también lo noto y solo sonreía, amaba a Alexander pero ver a esa chiquilla verlo con inocencia le gustaba


Jessa jamas imagino lo que le estaba pasando de un susto de pensar que iba a ser ultrajada a estar muy tranquila en casa de quien ayudo cuando pudo y va a cumplir su sueño de estudiar ballet eso era lo más preciado en ella

STRIPPEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora