CAPITULO 72

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Dalila se fue con Mijail y Dominic para su casa y hacer los preparativos para el funeral de su esposo Lucca, mientras Alexander hizo algunas llamadas para que el funeral sea llamativo donde la prensa este presente hablando de la infidelidad de su esposa Lika, para eso llamo a su gente infiltrada en los medios de comunicación que aceptaron sus órdenes

Al terminar de hacer todas las llamadas subió para ver a su linda prometida abrió la puerta de su habitación encontrándola dormida en la cama, estaba de espaldas vestida con un cachetero que se le veía hasta el alma sus prominentes nalgas invitaban a ser acariciadas y besadas, su espalda casi desnuda debido a la pequeña blusa que portaba Jessa

Camino hasta la cama donde ella reposaba muy tranquila se sento y con su mano acariciaba sus cabellos, después bajo por la espalda sintiendo su piel suave y deliciosa, bajo hasta las nalgas tocando lo que sabía que le pertenecía ella se lo había dicho, ella se lo había dado, ella misma le dio ser su dueño, se agacho para besar cada cachete dejando un rastro de besos calientes allí

Jessa apenas se movio pues el sueño era profundo porque su ser estaba ya más tranquila, más feliz ya estaba junto con su amado, se habían resuelto muchas cosas, su tiempo de llorar termino

Alexander cerro la puerta con seguro, se fue desvistiendo para quedarse solo con su bóxer y se acostó al lado de Jessa abrazándola mientras besaba sus cabellos aspirando su aroma que lo enloquece mientras la observaba susurro

—Te amo mi chiquilla, cuando te conocí no imaginé que llegaría a amarte tanto a desearte tanto, tú eres todo para mí, mi vida vale mierda si te pierdo algún día, por eso estoy arrepentido de haberte olvidado y haberte despreciado, eso jamás voy a perdonarme, te hice llorar sin saberlo, perdóname mi amor pero te juro que nunca más se repetirá lo que paso entre nosotros

La abrazó apegándola contra Él cerro sus ojos para reposar unas horas pues después debía ir al funeral de Lika y representar muy bien su papel de esposo dolido y engañado

Mientras la enfermera Yuriana cuidaba con todo su amor a Iván pues se había enamorado perdidamente de Él, lo bañaba con toallas y besaba cada palmo de su cuerpo siempre cuidándose de que nadie la observara

Lo limpiaba con mucho cuidado de no lastimarlo, cambiaba sus vendas hacía muy bien su trabajo pero ella más lo hacía por amor, le hablaba mientras tomaba un descanso le tomaba de la mano y hablaba bajito solo para que el paciente hermoso escuche

—Hola guapo me llamo Yuriana soy enfermera y te estoy cuidando, eres muy guapo, tienes un cuerpo increíble me gustas tanto pero no creo que me veas como si te interesara alguna vez, se ve que eres de esas personas que solo ven a gente con clase y yo... no lo soy

Seguía acariciándole el cabello lo miraba con amor con admiración, por dentro estaba muy feliz de poder tocarlo íntegro pero con miedo de que si se diera cuenta de lo que ella siente por Él la rechace y la trate como vil basura, eso la hacía botar lágrimas silenciosas asi estuvo varios días hablándole, narrándole cosas buenas como si estuviera despierto

Iván mientras estaba postrado en esa cama ha tenido un sueño donde Rubí acepta casarse con Él y se siente muy feliz pero asoma una sombra que hace que ella suelte su mano y corra al encuentro de esa sombra que después se va transformando en ese hombre llamado Alexander, observa como su amada Rubí lo besa con tanta ansiedad con tanto amor y deseo dejándolo solo allí parado llamándola, gritándole por su nombre pero ella solo se va con Él y desaparece en las sombras

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