Era un nuevo día y los chicos pisaban suelo canadiense. A pesar de que la gira era en Estados Unidos, tenían un par de conciertos en este territorio.

Ontario, Toronto es una de las ciudades más grandes del país y ofrecía muchas atracciones turísticas las cuales visitar. Desafortunadamente, existían tres chicos que tomaron hasta desfallecer la noche anterior y que justo ahora estaban con un terrible dolor de cabeza.

Se hospedaron en un hotel con una habitación grande; éste tenía un baño con tina, dos camas matrimoniales y una cama individual, además poseía un balcón, una pequeña sala con un gran sillón en forma de L y en la pared frente a las camas, una televisión plasma con un tocador debajo.

—Oh por Dios, siento que voy a vomitar.

—No te atrevas Patrick o te mandaré a la tina a dormir.

Clinton estaba frustrado. Se pasó toda la madrugada esperando a que los chicos regresaran y cuando llegaron a las cinco de la mañana tenían que alistarse para irse al Aeropuerto. Ni él mismo sabía cómo es que habían pasado el control del aeropuerto sin ser arrestados en el proceso.

—Yo lo llevaré al baño, para que no vomite aquí mismo.— Jesse ofreció para tomar a Patrick de los hombros y cargarlo hasta el baño.

—¿Mitchel?— Preguntó su hermano.

—¿Estás bien?

—Mm...so-lo dormmmh...

—¿Qué?, no te entiendo nada.

Su pregunta quedó al aire sin respuesta pues Mitchel estaba tirado boca abajo en la esponjosa cama matrimonial del hotel, intentando dormir cómodamente ya que estaba demasiado cansado hasta para hablar. A un lado tenía a Christian dándole la espalda, completamente dormido con una chaqueta abierta por la mitad mostrando parte de su desnudo torso. A decir verdad estaba tan a la orilla de la cama que en cualquier momento podría caer si se movía solo un poco.

De repente se escuchó como Patrick devolvía todas aquellas sustancias consumidas en el baño llamando la atención del chico con chongo.

—Dios, no sé que haré con ustedes. Espero que para esta noche estén bien para el concierto.

La cadena del baño sonó y Jesse contestó.

—Lo estarán. — el moreno regresaba con un somnoliento Patrick en hombros.

—Solo necesitan dormir para recuperarse.

Un silencio acompañó el ambiente mientras Jesse acostaba a Patrick en la cama matrimonial restante.

—Uff... si que pesa.— Jesse se sentó a un lado de Patrick un poco cansado.

Una vez que Patrick tocó las telas blancas, se acomodó para dormir profundamente.

Jesse observó al frente a sus menores unos segundos para luego reír.

Clinton lo miró.

—¿Qué es tan gracioso?— preguntó desconcertado

—Nada. Es solo que...— hizo una pausa para mirarlo directamente.— Somos una mierda. — río.

Clinton solo pudo observarlo esperando a que continuara.

—Estamos tan jodidos.— hizo una pausa para volver a mirar a sus amigos dormir plácidamente.

—Lo único bueno de nuestras vidas es esto. Vivir como rockstars; alcohol, drogas, diversión, follar y tocar en un escenario porque nuestras vidas privadas están jodidas.

—Olvidaste decir resaca, desvelarse y pelear.— Clinton hizo una media sonrisa

—Oh, si. Toda esa mierda también.

Mitchel, I think I like you. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora