VIII

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Hoy comenzaba un nuevo día en la hermosa ciudad de Washington DC. Hoy sería el día en el que Clinton y Christian avanzarían al paso dos del plan de conquista; el cual habían llamado "Que me jodan si no cae"; título sugerido personalmente por Clinton.

Christian y Clinton se encontraban desayunando en un restaurante vegano solo los dos mientras hablaban sobre temas variados, entre ellos, lo extraño que se había comportado Mitchel el día anterior y sobre el siguiente paso del maravilloso plan en cuestión.

—Sí, lo dijo como si en verdad no quisiera que les hablaras— Clinton comentó dándole un trago a su batido de frutas.

—Viejo, hasta a mi me dio miedo. Lo dijo tan enserio que hasta se me puso la piel de gallina.— Contestó el rubio

—Bueno, por lo menos a sabes que Mitchel no te comparte, es egoísta.

—Bueno, si va a ser así entonces que ya me ponga correa.

Clinton río ante los comentarios de su menor.

—Kras, desde hace bastante puedo notar que Mitchel siente atracción por ti. Él no lo diría de todas formas porque es tan idiota que no se da cuenta.

—¿Qué quieres decir con "hace bastante" y "atracción hacia mi"?— hizo comillas con los dedos

—Por Dios Christian, es que tú no te das cuenta de como te mira, con sus ojitos brillantes. Ayer. En el gym.— prosiguió obviando las cosas— Te veías hermoso y Mitchel no es ciego. Vi como te miraba, otras veces hasta se sonrojaba y miraba a otro lado apenado.—Christian escuchaba atentamente mientras se le formaba una sonrisa sin que se diera cuenta— Parecía un niño de kínder mirando a la niña que le gusta.

Christian no pudo evitar reír como bobo de lo cute que era su Mitty.

—¿Es en serio?— preguntó aún risueño solo para más tarde bajar las comisuras de sus labios recordando al día anterior.

— pero el dijo ayer que solo me veía bien, no sé si realmente logré algo con el paso número uno.

—Claro que si lo lograste, bobo. Es obvio.— Clinton insistió.— Con este plan vamos a hacer que Mitchel se de cuenta que te ama porque si no lo hace yo mismo terminaré golpeándolo hasta que lo entienda.—Clinton llevaba pacíficamente las verduras de su ensalada a su boca.

—Yo creo que es extremista—río— Entonces, ¿cuál es el siguiente paso del plan, Clint?

—Bien, el siguiente paso es ser jodidamente inteligente

—¿Inteligente?

—Sí, eso no te va a costar, de por si eres inteligente, solo hay que hacerlo notar.

—¿Cómo sabes si soy inteligente o no?— Kras bebió de su licuado verde mirándolo fijamente

—¿Genética?, no lo sé. Dude, no me preguntes esas cosas. Solo sé que el alcohol aún no te mata las neuronas y eso es suficiente para mi.

—Bueno, gracias supongo.— Kras rascó su nuca inseguro e hizo una breve pausa para continuar hablando— ¿cómo se supone que me veré inteligente?— Kras miró a su plató de comida y comenzó a pensar antes de ser interrumpido.

— Si Mitchel necesita ayuda, no sabe algo o te pide algo, ayúdalo. Mitchel siempre te pide ayuda para todo. Normalmente tú pareces más el mayor que él mismo.

Mitchel, I think I like you. (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora