1- Mudanza

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Esta es la última caja wey.-

¡Gracias Juan!.- Le grité desde la cocina.

Me acabo de mudar a este edificio y esto es un martirio.

Cajas con más cajas dentro, que alguien me mate por favor.

Terminé de acomodar los cubiertos en uno de mis cajones.

Caminé hasta mi sala.

¿Y Ari?.- Me senté en el piso, jadeando.

Ya estoy cansado, alguien que me dé unas vacaciones.

Sepa, dijo que iba a venir a ayudar y no llega la morra.- Juan tomó su celular para escribirle.

Tocaron la puerta.

Me levanté para abrir, arrastrando los pies.

¡Llegué!.- Mi amiga me abrazó, sonriendo.

Carcajeé, abrazándola más fuerte.

Que rollo wey.- Juan y ella chocaron puños.

Traje chupe.- Dijo, con una sonrisa coqueta.

Déjalo por ahí... En alguna caja o yo que se.- Volví a tirarme al suelo.

Mi amiga carcajeó.

¿Y los vasos wey?.-

Miré a Ari, desde el suelo.

Señalé una caja que estaba en la cocina.

Na mames también trajiste estos.- Se echó a reír enseñando unos caballitos.

Que me había dado mi ex.

Están perros, con calaveras.- Me senté.

Abi jaló la mesa, poniendo el tequila en el centro.

Nos llenó los caballitos.

Lo tomé de una.

Ah... Estoy muy cansado.- Me aventé a la mesa.

Juan acarició mi cabello.

Ya wey, nosotros te ayudamos a desempacar.-

Le sonreí.

Mi cabeza duele carajo...

Póngame otro barista.- Le mostré mi caballito.

Con gusto.- Ari sonrió, sirviéndome.

Juan bebió otro más.

Abril se levantó para poner algo de música en una bocina cualquiera.

"Fiel" de Los lengendarios comenzó a sonar.

Me estiré, haciendo una mueca por el alcohol.

¡Vente Robs!.- Ari me levantó, animándome con el típico "Eh, Eh, Eh".

Le di una risita, tomando su mano.

¿Cómo se siente?, ¿cómo se siente?.- Tarareaba Ari, bailando pegada a mi.

Nuestras cinturas se movían, mientras sonreíamos.

Es cómodo, bailar con ella.

Juan se puso detrás mío, tomando mi cintura.

Solté una risita.

Puse mis brazos en su cuello, sin parar de bailar con Ari.

¿Poliamor?.- Los miré a ambos.

Va, va, va, va.- Abi me tomó por el cuello, para frotar nuestras mejillas.

Yo también.- Juan tomó mi rostro, volteandolo, para poder juntar nuestras miradas.

El chico del apartamento 512 ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora