6- Apartamento

421 45 118
                                    

Beto...- Su respiración estaba agitada.

Sonrió, de medio lado.

Ah... Lo siento, estoy muy feliz y...- Cubrió su boca, sin parar de sonreír.

Tomé su rostro.

También me gustas, Roberto, quiero conocerte más, quiero ser la persona en la que más confías.- Acarició mi mejilla.

Mi corazón dió un vuelco.

Jamás pensé que mi amor por el vecino de al lado nunca sería real.

Acaricié sus labios.

Nuestro silencio era una armonía.

La mejor sinfonía que había escuchado en toda mi vida.

Creo, que incluso nuestros corazones se conectaron.

Besó mi nariz.

Tomó mi rostro.

Besó mi mejilla izquierda, mi frente, mi mejilla derecha y mi barbilla.

Hice un puchero.

Diego soltó una risita.

La risa más preciosa que he escuchado.

Besó mis labios.

Sentí mi cuerpo relajarse.

Mi mente, mi ceño y mi corazón estaban totalmente relajados.

Solo un toque faltaba para que mi sonrisa saliera geninuamente.

Tomó mi cintura, suavemente.

Su tierna respiración llenaba mis oídos.

Alejó su cara, solo unos centímetros, perfectos para contemplar su sonrojado rostro.

¿Puedes volver a decir lo que dijiste antes?.- Puse mis manos en su pecho.

Por fin puedo tocarlo por más tiempo.

¿Qué fué lo que dije antes?.- Sonreía tontamente, acariciando mis mejillas.

Que... Te gusto.- Bajé la mirada.

Mírame, Roberto.-

Los ojos de Diego son como estrellas.

Veo perfectamente las constelaciones y mi rostro reflejado en aquellos orbes color miel.

Jamás había pensado en verlos tan de cerca.

Me gustas Roberto, quiero conocerte más, verte más, y... Si me dejas, tal vez ser tu novio.- Sonrió.

Sus tiernas mejillas estaban sonrojadas.

Me puse de puntillas, para darle otro besito.

Gracias... Por quererme.- Froté sus brazos.

¿Quién no lo haría?.- Mordió suavemente la punta de mi nariz.

Solté una risita.

Varias personas no lo hicieron.- Suspiré.

¿Nombres y dónde viven?.- Su cara enojada me dieron ganas de reír.

Donovan en la cuidad de México y Mario sepa la verga.- Carcajeé.

El me siguió la risa, negando un poco.

Entonces... ¿Me harías el honor de tener una cita conmigo?.- Besó mi mano.

Estoy seguro que los pelos se me pusieron de punta.

El chico del apartamento 512 ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora