5- Tartamudo

374 45 115
                                    

Ah... Lo siento, me equivoqué.- Sonreí, aguantando mis lágrimas.

La chica me miró algo confundida.

Me apresuré a llegar a mi pobre casa.

Cerré la puerta detrás mío, dejándome caer.

Cubrí mi boca, dejando caer mis lágrimas.

Juan me lo advirtió.

Y yo lo sabía.

Pero... La realidad realmente pega duro.

Ella es preciosa.

Un largo cabello marrón, y esos lindos ojos.

Sorbí mis lágrimas.

Mis ojos están llenos de lo que pudimos ser.

De tus lindas palabras.

De tu suave sonrisa y tú preciosa voz.

Todo se ha derramado.

Como si fuera algo malo, basura, algo asqueroso.

Siento como si el mundo se haya caído sobre mis hombros.

Me hice bolita, aguantando los temblores y el frío.

Quiero ir a mi cama, llorar hasta quedarme dormido.

Ni siquiera tengo ganas de comer.

Me levanté, con las manos heladas.

Abracé mi propio cuerpo, anhelando el toque de alguien que jamás me lo dará.

El toque de mi Diego.

Más bien, nunca fue mío.

El toque de su Diego.

Abrí la puerta de mi cuarto y allí estaba.

Aquella libreta que el había tratado de abrir.

Y aún con las manos llenas de agua salada, tomé mi pluma, para empezar a escribir.

La página se mojó un poco.

Querido Diego:

Hoy iba a decirte lo mucho que te amo, después de ver tu destruido rostro.

Pero al ver lo que ví...

Sabía la poca posibilidad que tenía contigo.

Entonces, ¿Por qué esto duele demasiado?.

¿Será por tus lindas palabras hacia mi?.

¿O tu perfecta belleza?.

¿Quizá por tu amabilidad?.

Tal vez, fue todo eso.

Porque realmente pensé que me veías aunque sea, un poco diferente.

¿Siquiera te hice dudar?.

A veces pienso que me merezco esto, aunque amores fallidos hay por todos lados.

Mario, Donovan y ahora tú.

Una lista de hombres que partieron mi pobre corazón.

Pero tú, tu estás en negritas.

Diego.

Un nombre que choca cuando lo lees.

Un nombre que impone en mi corazón.

Resuena cada vez que lo sueño.

Duele cada vez que lo sueño.

Lo siento Diego.

El chico del apartamento 512 ; RobarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora